El uso indiscriminado de antibióticos está provocando una mayor resistencia a las bacterias, dejando a los médicos con muy pocas alternativas de tratamiento y con mayores costos, advirtió el internista e infectólogo, Dr. Salvador Medrano Ahumada, durante su participación en una sesión del Colegio Médico de Tijuana, que preside el Dr. Abraham Sánchez Frehem. Medrano Ahumada señaló que en su práctica médica tanto pública como privada, es cada vez más frecuente observar pacientes con infecciones fuertes y difíciles de combatir, debido al uso inadecuado que se ha dado a los antibióticos.
“La resistencia bacteriana es un fenómeno natural, las bacterias van a buscar ser resistentes frente algo que les haga daño, incluyendo los antibióticos, pero los humanos conforme empezamos a utilizarlos mal, estamos favoreciendo que las bacterias sean resistentes”, indicó. El médico explicó que tanto la automedicación como la prescripción indiscriminada por parte de los profesionales de la salud han contribuido a que los antibióticos ya no tengan el efecto deseado, quedando muy pocas alternativas. Los tratamientos, al ya no ser útiles, dijo, ha provocado una mortalidad de pacientes con infecciones de hasta un 40 por ciento, sobre todo en niños, personas mayores de 65 años y pacientes con enfermedades crónicas.
Además, señaló que los pocos tratamientos que quedan son más caros, las complicaciones son mayores, mientras que el tiempo en los servicios hospitalarios es mayor y, por ende, aumenta el costo de manera notable en perjuicio de los pacientes. “Afortunadamente en México ya se necesita receta para comprar antibióticos, una legislación favorable, pero aún falta, porque hay muchas farmacias que venden sin receta y muchos médicos que prescriben sin necesidad”, apuntó Medrano Ahumada. Comentó que para los médicos generales, en particular, se vuelve una práctica fácil el recetar antibióticos para evitar errores y para que el paciente se vaya contento de que está recibiendo un antibiótico, cuando muchas de las infecciones son virales y se resuelven solas.
En ese sentido, recomendó a la población no automedicarse y mucho menos con antibióticos, por lo que hizo un llamado a asegurarse de que en verdad es necesario, lo que forma de un uso más racional del medicamento, lo que abre la puerta a que las farmacéuticas desarrollen más y mejores alternativas. Por último, el médico internista e infectólogo destacó la necesidad de que la autoridad sanitaria regule la venta de antibióticos, así como auditar a los médicos que son grandes prescriptores, haciendo conciencia sobre las consecuencias de dar antibióticos de manera innecesaria.