La Administración de Servicios Generales de EE. UU. ha completado un proyecto de modernización y expansión de $134 millones en la Garita de Otay Mesa a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en California.
Un motor económico regional vital y un portal de viajes, la Garita Otay Mesa procesa más de $13.5 mil millones en exportaciones y $37.4 mil millones en importaciones, casi 1 millón de camiones comerciales, 2.1 millones de peatones y 5 millones de vehículos particulares anualmente.
Su infraestructura obsoleta y de tamaño insuficiente es de la década de 1990, la cual luchaba por mantenerse al día con los crecientes flujos de tráfico, lo que causaba congestión vehicular y largos tiempos de espera, afectando la capacidad de la Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) para llevar a cabo su misión.
La Garita de Otay Mesa es una de las tres garitas en la región metropolitana de San Diego-Tijuana, en el estado de California, siendo la tercera garita comercial más transitada en la frontera entre México y Estados Unidos.
"Estamos emocionados de entregar estas instalaciones modernizadas. Además del número de casetas de inspección peatonal, el proyecto mejora significativamente la eficiencia de las áreas de inspección, los flujos de procesamiento y la experiencia general de viaje", dijo Sukhee Kang, Administrador Regional de la Región del Pacífico de GSA
El proyecto constó de dos fases. La Fase 1, completada en la primavera de 2022, mejoró la circulación de camiones comerciales que obstaculiza el tráfico dentro de la instalación e incrementó el número de casetas de inspección comercial de nueve a 16.
También trasladó la instalación de materiales peligrosos desde su ubicación heredada que afectaba las exportaciones a una nueva ubicación en el área de importación, mejorando el movimiento de mercancías.
Se construyó un carril binacional de retorno a México que permite a los camiones denegados la entrada a EE. UU. tener un carril dedicado para regresar a México, sin afectar el tráfico de entrada.
La Fase 2 del proyecto se centró en el procesamiento activo de peatones, duplicando el número de casetas de inspección peatonal de seis a 12 e incluyó un puente peatonal para evitar el tráfico y conectar de manera segura a los peatones con la estación del Sistema de Tránsito Metropolitano de San Diego.