De acuerdo a la Real Academia de Lengua Española, un colectivo es un grupo de personas que tienen en común una actividad, afición u objetivo. En esta nueva era para el comercio, donde todo es digital e inmediato, surgió un nuevo modelo con el objetivo de optimizar los productos de pequeños emprendedores locales.
Las tiendas en colectivo es la fusión de estos dos conceptos, un espacio donde pequeñas empresas pueden exhibir y vender sus productos o servicios con un mínimo costo. Así, logrando la venta y distribución sin invertir en personal, renta y otros gastos que otros negocios. Estos surgen debido al surgimiento de pequeñas empresas locales buscando nuevas formas de promocionar sus productos o servicios, primordialmente empresas del rubro de la belleza.
Norabel Orozco Gómez, dueña del colectivo “El Salón” en Mexicali, señala que este concepto logra reforzar el comercio local al rentar el espacio, hay mayor facilidad al haber otras empresas del mismo rubro y se logra el sentido de comunidad.
“La idea detrás de ellos es que sea un sitio donde se apoye al comercio local y cualquier persona que esté emprendiendo con algún producto o una empresa nueva pueda tener la posibilidad de que mucha gente vea su producto muy pequeño comparado con establecer su propio local”.
En el colectivo “El Salón” se exhiben y venden empresas de belleza creadas por mujeres y por madres emprendedoras. Para ingresar a un colectivo solo de paga la renta del espacio. Al finalizar la venta el colectivo le entrega el “corte de caja” y así mismo permite a los empresarios tener otras fuentes de ingreso y establecer un punto de venta del producto.
“Aquí se hace un contrato entre el usuario y nosotros de tres meses, durante ese tiempo la empresa expone su producto, pero el punto es que no se necesita a diferencia de un bazar o un tianguis, estar presente para la venta. Y también se le da difusión a través de redes”.