Priscila Daniela Ruiz Herrera, Marco Antonio Elías Vásquez y Abelardo Peñuelas Borrego, estudiantes del Colegio de Bachilleres del ejido Nayarit, junto con otros alumnos de la capacitación en Pequeños Negocios, cosechan albahaca dentro del plantel. Se trata del primer proyecto productivo que se consolida en un Cobach en la entidad, el que ha permitido a los estudiantes aprender a trabajar en equipo y a la par obtener herramientas para sacar adelante un negocio relacionado con la agricultura. Priscila Daniela recordó que desde que ella iba en tercer semestre empezó a proyectarse el vivero donde está instalado, en el cual las alumnas colaboraron plantando las semillas en unas charolas de foam, para después, ya que crecieran un poco traspasarlas a la tierra del plantel. Marco Antonio explicó los alumnos que trabajaron la tierra en la cual serían traspasadas las plantas de albahaca junto con aserrín.
“Revolvimos tres tipos de tierra junto con el aserrín y ya esa era la composta o lo que utilizábamos nosotros para sembrar la semilla, la echábamos a la charola, se las pasábamos a las mujeres, ellas le echaban la semilla y la volvían a tapar; ese era el proceso”. Los jóvenes coincidieron en que una de las partes más importantes del proyecto fue que se unieron todos los grupos, inclusive los que no son de la capacitación en Pequeños Negocios para velar por el riego de la planta, lo cual tenían que hacer con especial cuidado durante el verano. A la fecha han comercializado la albahaca mediante la venta de bolsas de 30 gramos y en macetas, pero también han logrado hacerlo dándole un valor agregado como labiales, ensaladas, té, jabones y repelentes. Una de las mejores experiencias de este proyecto productivo ha sido exponer en Agrobaja, comentó Priscila Daniela, en donde la primera vez solo mostraron lo que hacen en el plantel, pero en la segunda tuvieron la oportunidad de vender sus productos.
El espacio donde se cultiva la albahaca dos veces se ha caído por cuestiones climáticas y ambas ocasiones ha sido levantado con esfuerzos y recursos de los mismos alumnos y la comunidad. “Las dos veces que se nos cayó a mí me gustó estar reconstruyendo”, comentó Abelardo.
ESPERAN QUE CREZCA
Para la directora del plantel, Claudia Martínez Romo, en el futuro serán los mismos estudiantes quienes decidan cómo explotar los beneficios de este proyecto, en conjunto con los padres de familia. Espera, dijo, que se logre la exportación de la albahaca, dado que al tratarse de un producto orgánico, tiene mucho potencial en su venta.
“Ellos saben de agricultura, nosotros les pusimos un poquito más de proceso a ese conocimiento, pero la base o lo principal es que ellos aprendan a hacer negocio, a darle el valor agregado a lo que es el sector primario y queremos que pasen a productos y servicios y sepan qué hacer con lo que están sembrando”.