Un clima cálido y familiar es el que se vivió este sábado en San Felipe, en el que reinaron la paz y la diversión reinaron en el malecón, aunque dicen algunos, ven una ligera reducción en el número de visitantes.
Aprovechando la marea baja, niños y jóvenes se adentraron al área que regularmente está cubierta por el mar, donde los niños aprovecharon para hacer de los charcos sus pequeñas albercas, así como sus excavaciones. Los bananeros, que en esta ocasión traen también el sombrero y el sillón, no se pueden quejar.
Marco Zavaleta, oriundo de San Felipe, dice que no se queja, cada Semana Santa les va bien. Por 80 pesos la diversión está garantizada, la cual se remata con un buen chapuzón. "Es a lo que viene la gente".
No faltan los que se quedan a dormir en la playa, o los que no faltan ningún año. Sly Pérez, paramédico del Grupo Bravo 10, está en su tercera Semana Santa. Dice que hoy vino menos gente, y los incidentes han sido pocos.
Leonel Labastida, subteniente de la misma agrupación, coincide en que el número de personas ha sido menor, según sus 23 años de experiencia. Los incidentes han sido mínimos, 2 picaduras de mantarraya, así como el rescate acuático de 2 personas y menores que se han perdido, pero que localizado a sus padres.
La circulación en el área del malecón fue restringida al paso de los vehículos, por lo que hubo mucha gente caminando, a la cual, se le retiraban los envases de vidrio, y vaciaban su contenido en un vaso de foam.
En esta ocasión no se vio tanto vendedor ambulante ni tanto puesto semifijo, ni mucho menos saturación visual. Ha sido una Semana Santa con hechos violentos aislados, pero mucho más agradable que en otros años.