El congreso del estado aprobó el que se considere a la cirugía bariátrica como tratamiento a la obesidad mórbida, con lo que las instituciones de salud pública deberán realizar estas cirugías que serán sin costo para el paciente, según un decreto federal.
Se establece que además, estas instituciones deberán contar con infraestructura multidisciplinaria adecuada para la realización de dichos procedimientos de alta complejidad.
En la última sesión se presentó ante el pleno, el dictamen número 1 de las comisiones unidas de Salud, Hacienda y Presupuesto referente a la adición de un Artículo 144 Novies a la Ley de Salud Pública del estado, presentado por la diputada local por el PES, Montserrat Rodríguez Lorenzo.
El Artículo en cuestión dice: “Las instituciones públicas que forman parte del Sistema Estatal de Salud podrán integrar la cirugía bariátrica como tratamiento de la obesidad mórbida y sus comorbilidades de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables. Los candidatos a cirugía bariátrica deberán cumplir con los criterios de selección, de acuerdo a las normas y protocolos de salud en la materia.
“Las instituciones de salud pública y privada, así como los establecimientos autorizados que practiquen la cirugía bariátrica, procurarán contar con la infraestructura multidisciplinaria adecuada para dichos procedimientos de alta complejidad, de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables”.
En sus artículos transitorios se establece que las reformas entrarán en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
Se establece además que las erogaciones que deban efectuar las Instituciones de Salud Pública, para la realización de cirugías bariátricas, se sujetarán a los recursos presupuestales que el Congreso del Estado apruebe para esos fines, así como al cumplimiento de las condiciones previstas en las disposiciones normativas, lineamientos, acuerdos y políticas que determine la autoridad federal de salud en esa materia.
El antecedente
La inicialista basó su propuesta en el decreto publicado el 22 de diciembre de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, por el que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones de la Ley General de Salud, para prevenir el sobrepeso, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria.
Reforma, que de manera medular instituyó que las instituciones públicas que forman parte del Sistema Nacional de Salud podrán integrar la cirugía bariátrica como tratamiento de la obesidad mórbida y sus comorbilidades, de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables.
Se previó en su artículo tercero transitorio, que las acciones que, en su caso, deban realizar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, para dar cumplimiento a lo dispuesto por la reforma, se cubrirán con cargo al presupuesto autorizado para el ejercicio fiscal en curso y los subsecuentes.
Rodríguez Lorenzo expuso que la obesidad mórbida, además de disminuir la expectativa de vida, causa discapacidad, minusvalía y problemas de exclusión social. Por sus efectos a nivel colectivo es un problema de salud pública en muchos países y que se ha ido incrementando como efecto de los cambios en las costumbres sociales y alimentaria.
Tratamiento
Así mismo el tratamiento quirúrgico de la obesidad es una opción segura y efectiva para lograr una pérdida de peso sostenida en el paciente obeso, para resolver, o mejorar las comorbilidades asociadas a la patología y reducir la mortalidad relacionada con la obesidad tratándose de candidatos que cumplan con los requisitos de selección que a continuación se mencionan:
Al menos un año de tratamiento convencional previo sin éxito; Para personas mayores de 18 años; sin presencia de contraindicaciones clínicas o psicológicas para este tipo de cirugías previa evaluación por médicos especialistas.
Además de un adecuado estado físico para ser sometido a anestesia y a una intervención quirúrgica.
Tener un índice de masa corporal de más 40 kilogramos (kg) sobre metro cuadrado (m2) o mayor de 35 kg /m2 con la presencia de una o más comorbilidades; estar emocional y psicológicamente apto para la adopción de un nuevo estilo de vida, además, deben ser pacientes sin dependencias al alcohol o drogas.
