La Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados tiene el reporte del cierre definitivo de al menos 60 establecimientos de este giro, tras los efectos generados del confinamiento decretado por las autoridades por la emergencia sanitaria.
Miguel Ángel Torres Sánchez, presidente de este organismo, informó que estos fueron establecimientos que no pudieron afrontar las obligaciones fiscales y obrero patronales sin contar con ingresos, por lo que se vieron obligados a cerrar sus negocios.
De los problemas que no pudieron superar, abundó, fue que para muchos no era suficiente la venta de comida para llevar o a domicilio, lo cual también se agravó con los altos costos por el consumo de la energía eléctrica y los altos costos de rentas que se cobran en dólares, sobre todo en centros comerciales.
A la fecha más de 500 restaurantes cuentan con la autorización de la autoridad local para poder recibir a los comensales al interior de sus locales desde el pasado 15 de julio, lo cual el empresario consideró como muy positivo para el sector, pues aunque sea una apertura parcial, esto les permite afrontar los gastos fijos inherentes a cualquier comercio.
Por los altos cobros de electricidad, mencionó que algunos establecimientos han preferido continuar abiertos ofreciendo únicamente el servicio para llevar, entre estos alrededor de 100 restaurantes de comida asiática.