La barbería Soria, que ha sido todo un referente social en la colonia Pueblo Nuevo, cerrará sus puertas tras 66 años de atender a varias generaciones cortando el cabello, porque hoy los nuevos dueños del terreno pidieron el lugar.
Diciendo “gracias” tres veces y con la voz entrecortada, Ricardo festejó recientemente sus 80 años de vida y ahora tiene que despedirse de su espacio de trabajo.
“Este lugar me dejó buenos amigos a lo largo del tiempo”, comentó en sus últimos días en la barbería donde narró una historia.
Recordó que por las tardes se aplaudía a una persona que pasaba con una burra con la cual recogía estiércol para venderla y la tradición era aplaudirle cada vez que pasaba.
También narró que un niño y una niña que se cortaban el cabello hace varios años, sin que se conocieran siendo menores, el tiempo los volvió a juntar y se casaron.
Un día decidieron llevar a sus hijos a cortarse el cabello y sin decir nada, ambos optaron por ir al mismo lugar que iban de niños y cuando llegaron se enteraron que ambos en su infancia iban a la barbería Soria.
Mientras don Ricardo recordaba las historias de vida, llegó un joven cliente, quien desde que era un adolescente se corta el cabello en la misma barbería y su cierre le causa dolor porque es una tradición para él.
La barbería Soria, ubicada en calle Michoacán y Segunda, fue un espacio donde las familias se reunían en un ambiente de camaradería.
“Me voy contento, a gusto, no triste, porque logramos lo que queríamos”, comentó don Ricardo, quien hasta los últimos días de julio seguirá cortando el cabello en las tradicionales sillas redondas del pasado, la tradición y el precio tan accesible de 50 pesos para apoyar a las familias.
Para terminar, no se debe de olvidar que el gran árbol que se encuentra frente a la puerta de entrada y que ofrece una agradable sombra, fue sembrado desde que comenzó la icónica Barbería Soria.