Para la científica, Julieta Fierro, la propuesta de la nueva Ley de Humanidades, Ciencia y Tecnología, que se encuentra en el Congreso de la Unión, contiene en su estructura limitaciones a la investigación y a la innovación.
La experta en divulgación de la ciencia, quien es académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, estuvo en Mexicali para platicar con 200 niñas de secundaria, de manera dinámica sobre qué es la ciencia.Luego de su presentación platicó con LA VOZ DE LA FRONTERA sobre el momento que se vive en México en esta materia.Expresó que si se aprueban los cambios que vienen en la ley, “van a poner candados a la innovación… (la iniciativa) tiene muchos defectos; uno, limita la libertad de investigación, justamente la ciencia avanza con las grandes preguntas que se hace la gente”.“Y es una tontería, para qué tienes una planta de investigadores, si no está nutriendo la industria para que haga investigación”.
La postura viene de la nueva directora del Conacyt, María Elena Álvarez Buylla, se trata de una visión ideológica, aseguró.Una postura es, limitar las investigaciones con transgénicos, cuando hay medicamentos nuevos que lo utilizan para enfermedades como lo es la diabetes, a través de la ingeniería genética.“Los investigadores estamos muy preocupados, nos quieren limitar, para que hayan proyectos pujantes se necesitan proyectos de largo plazo, proyecto de nación a 20 o 30 años”.Comentó que, por ejemplo, la industria de Mexicali es muy poderosa, pero que se vincula más con las industrias e investigadores norteamericanos, mientras los científicos mexicanos tienen investigaciones poderosísimas en Ensenada que podría ser vinculadas. “Podrían tener un montón de innovaciones y justamente por este tipo de limitaciones no se van a poder hacer”.
Ciencia y educación
Con respecto a la enseñanza de la ciencia en las escuelas dijo: “Yo pienso que se podría mejorar mucho, siento que la ciencia que se enseña es muy antigua, que muchos de los programas los hicieron profesores del pasado y esto no levanta la pasión ni el interés de los jóvenes”.Consideró que sería (relativamente) fácil repensar los programas de estudio, preparar a los docentes para que enseñen la ciencia por pasión y no como una responsabilidad desagradable; y aunque los niños no se dediquen a ella la usen como una herramienta para pensar.Los programas de estudio no se ha actualizaron con la Reforma Educativa, se enfocó en poner orden, pero no se hicieron los programas para las escuelas normales, hay mucho que hacer.
“Hay que modificar los programas de ciencia para que sean más interesantes, para que a la gente les guste por placer, no queremos que toda la humanidad sea científica, pero sí que entienda la ciencia, y que las herramientas que aprendió en la escuela le sirva para resolver problemas y pensar”.Sin embargo, la inversión que recibe la ciencia en México es mínima, debería ser del 1% del Producto Interno Bruto, y sólo es del 0.4%.