Cientos de feligreses devotos de la religión católica celebraron en la catedral de la Virgen de Guadalupe, el decimosexto aniversario de Enrique Sánchez Martínez como obispo.
Fue en la misa de las 18:00 horas que se dio la celebración, además de terminar con verbena, juegos mecánicos y música sobre la calle Reforma y calle Morelos.
Sobre su trayectoria
Por su parte, Sánchez Martínez expresó que son 38 años de sacerdote y 16 años de obispo, cargo en el que empezó como obispo auxiliar en dónde estuvo por siete años, para posteriormente ser obispo en Durango.
"Ahí es diferente porque un auxiliar ayuda al arsobispo pero no tiene completamente la responsabilidad", agregó.
Explicó que después de ese tiempo le encomendaron la Diócesis de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en dónde estuvo ocho años como obispo, mientras que en mexicali apenas cumplirá un año desempeñando el cargo como Obispo dicha Diócesis.
"Ser obispo tiene varios aspectos, unos dicen que es el pastor de la iglesia, otros que es el vigilante del pueblo, quien debe estar atento a las situaciones difíciles que sucedan y apoyar a quien lo necesite, especialmente a los católicos, sacerdotes y laicos", añadió.
Enrique Sánchez, destacó que tener una vida dedicada al catolicismo es una vocación, más que un trabajo "yo detecté en mi vida desde que entré al seminario un llamado de Dios", expresó.
"No lo detecté desde el principio pero había algo interno en mi, que me llevó al seminario, entonces ahí es donde te das cuenta cual es la vocación a la que Dios te llama".
En ese sentido, externó que cada sacerdote tiene una forma diferente de cómo entró a la vida de la iglesia por lo que todos son diferentes.
Finalmente, detalló que toda su vida está centrada a servir a una determinada población en este caso a Mexicali y San Luis Río Colorado, por tanto, ha aprendido que ser obispo es estar dispuesto a estar al frente de una Diócesis como enviado de Dios.
"Que está siempre dispuesto a ayudar a la iglesia, a las familias y a los más necesitados", concluyó.