En las fiestas de fin de año es común que algunas personas ingieran bebidas alcohólicas en exceso, lo cual tiene graves consecuencias para la salud y aumenta el riesgo de accidentes, violencia familiar y enfermedades como la cirrosis, por lo que es recomendable tomar con medida.
Leticia Sánchez, directora del Centro de Salud Urbano de la Secretaría de Salud Estatal, indicó que, si una mujer embarazada toma bebidas embriagantes hay altas posibilidades de que el bebé nazca con cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental.
Entre las consecuencias de beber sin medida, Leticia Sánchez refirió problemas de salud pública, violencia familiar, riñas callejeras y ausentismo laboral con un alto porcentaje de muertes ocurridas en accidentes automovilísticos.
La persona intoxicada puede olvidar las precauciones necesarias y, si tiene relaciones sexuales, aumentan las posibilidades de un embarazo no deseado o de contraer enfermedades transmitidas sexualmente, incluyendo el VIH-SIDA y otros.
Dijo que un vaso o lata de cerveza normal, un vaso pequeño (142 ml) de vino de mesa, o una medida (25 ml) de bebidas destiladas, contienen la misma cantidad de alcohol: 8 a 10 mililitros.