Ante el confinamiento domiciliario de la pandemia del Covid-19, así como la consecuente violencia doméstica, en Baja California no existen programas para atender a la mujer ni a los jóvenes, manifestó la consejera consultiva del Instituto Nacional de las Mujeres, Maricarmen Rioseco.
LA VOZ DE LA FRONTERA publicó ayer que según un investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en México, así como en países de Europa, habían aumentado considerablemente las llamadas al número de emergencia 911, denunciando violencia doméstica, como consecuencia del encierro domiciliario.
Rioseco mencionó que en el gobierno estatal no existe un programa para la prevención o el tratamiento de la violencia familiar.
Mencionó que logró comunicarse con el secretario de Educación, Catalino Zavala, y le preguntó si contaban con alguna aplicación o algún enlace en el portal de educación, con el fin de pedir auxilio, y aunque dijo que sí tenían y que iba a ver eso, ya nunca regresó el mensaje.
A nivel local, aún no hay cifras sobre cuántas llamadas se han recibido al 911 por violencia intrafamiliar producto del confinamiento domiciliario por la pandemia, por lo que espera contar con esa información los próximos días.
Pero, según la red nacional de refugios que atienden a las mujeres, las llamadas al 911 por este concepto se han incrementado en un 23 %, está recibiendo problemas de embarazo, violación, aborto, violencia.
El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, coinciden en que subió un 23 % las llamadas por violencia doméstica.
Si tomamos en cuenta que en el mes de febrero, se realizaron alrededor de 50 mil llamadas al 911 por violencia doméstica, en el mes de marzo estas se incrementaron hasta llegar a 65 mil, cuando apenas estaba iniciando el confinamiento social, remarcó.
Desgraciadamente el presidente Andrés Manuel López Obrador ignora lo que está sucediendo a las mujeres, negó que haya aumento de violencia en contra de las mujeres en la cuarentena.
Hay que tomar en cuenta que estas cifras no son las reales, señaló, ya que se trata de las que pudieron llamar al 911, pero no se toma en cuenta a aquellas que por sus condiciones, no tienen acceso a un teléfono porque no tengan crédito, o bien, que son vigiladas las 24 horas del día por su agresor.
Es decir, el Presidente no tiene visión de género, que las familias mexicanas son fraternas y que no se puede medir la violencia como en los demás países, pero es que él se crio en un modelo familiar que ya no existe.
Mientras que su propia secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero señala que sí existe un aumento en la violencia, como consecuencia del confinamiento social, hacinamiento, situación económica.
LA ECONOMÍA
Rioseco expuso que 7 de cada 10 personas que se encuentran en la economía informal son mujeres.
Quiere decir que hay una feminización de la pobreza provocada por esta contingencia, porque las señoras que están en la economía informal son las que venden productos, las que hacen joyería, venden taquitos, diferentes tipos de comida… estas mujeres no tienen ni una prestación
La autonomía económica en cierta medida hace que las mujeres puedan tener una participación más activa dentro de sus casas, porque están llevando dinero, esta situación se agrava porque no tienen dinero, no pueden salir y están viviendo con personas que suelen ejercer violencia contra ellas