El cáncer de ovario es uno de los padecimientos oncológicos de mayor presencia en Mexicali, el cual al no contar con una sintomatología evidente en su fase inicial, es detectado en un 85% de los casos en etapas muy avanzadas.
David Paredes Nevárez, médico ginecólogo- oncólogo del Hospital General y encargado del Programa Estatal del Cáncer, señaló que el también llamado “asesino silencioso”, cuenta con una mortalidad de arriba del 50%.
“Éste es el cáncer ginecológico más letal; por número de incidencia primero es el cáncer de mama, cérvico-uterino, de endometrio y el cáncer de ovario, pero en mortalidad es el primero, este cáncer se detecta en etapas avanzadas en el 85% de los casos”.
A diferencia del cáncer de mama que puede detectarse con la exploración en fases tempranas, el de ovario no da como tal un síntoma, ya que normalmente la paciente acude al médico cuando cuentan con extremo dolor, el cual se confunde con otros padecimientos.
“Malestar abdominal, cólicos intermitentes, urgencia urinaria, son de los síntomas que muchas veces, en el 100% de los paciente con cáncer de ovario son confundidas con colitis; por número no es un cáncer tan común, pero sí muy agresivo, por eso se debe dar la importancia como tal”.
De acuerdo a estadísticas de la Asociación Americana de Oncología, en 2019 se presentarán 22 mil 500 nuevos casos de cáncer de ovario, mismos que afectan la calidad de vida de las pacientes súbitamente al contar con una producción celular muy rápida. Paredes Nevárez indicó que la edad promedio de aparición de este cáncer es a los 65 años y entre los factores de riesgo se encuentran el haber contado con ciclos largos de ovulación, nunca haber tenido hijos, contar con obesidad, con sobrepeso y haber llevado terapias de fertilidad.
“Pacientes menopaúsicas que empiezan con terapia de estrógenos, también es un factor de riesgo; también la herencia, que algún familiar haya tenido esta enfermedad, puede influir en su padecimiento”.
Ultrasonido, la solicitud de marcadores tumorales y la realización de una tomografía son el inicio del diagnóstico del cáncer de ovario, a los que se les suma una cirugía de extracción del tumor para su estudio y de determinarse el cáncer, iniciar con el tratamiento.