El déficit económico que padece el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado (Issstecali) ha comenzado a afectar el área médica, suspendiendo cirugías programadas para atender exclusivamente casos de urgencia.
Pacientes agendados desde hace meses para una cirugía a corazón abierto fueron notificados de que en la institución no hay dinero para atenderlos por lo que deben esperar indefinidamente.
Javier Meza López, director del Issstecali, confirmó que la situación económica permite únicamente atender procedimientos urgentes aplazando los que estaban programados al ser considerados casos no graves.
Preocupados por su salud, algunos afectados que prefirieron no revelar su nombre al ser trabajadores de diversas dependencias gubernamentales, dijeron a LA VOZ DE LA FRONTERA que su vida sí se está poniendo en riesgo y por ello se presentarán ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Una de las pacientes indicó que su cirugía estaba agendada para el 24 de agosto, pero nueve días antes el subdirector médico del turno matutino, Raúl Gastelum Pedraza, le indicó que había sido reagendada para el 31 de este mismo mes.
Con la nueva fecha, la paciente presentó a sus catorce donadores de sangre, pero una vez más fue aplazada su intervención.
“Fue el 20 de agosto, una secretaria de la Subdirección nos informó que todas las operaciones de corazón habían sido canceladas debido a que el Issstecali no contaba con los recursos, especialmente con los que se necesitan para la recuperación de los pacientes”.
Los afectados insistirán ante el Issstecali para recibir la atención médica para la que aportan cuotas a través de su salario.
“Si yo tuviera los recursos para pagar una cirugía privada lo haría, pero soy un trabajador que está al día y solo puedo acceder a este servicio que cubro con mi esfuerzo”.
En Baja California el Issstecali cuenta con una derechohabiencia de 140 mil personas y en todo el Estado operan cinco hospitales además de sus clínicas periféricas.
Además de afectar el servicio médico, en semanas recientes la dependencia también ha enfrentado el retraso de los pagos de pensión y jubilación, argumentando dificultades financieras.