Al interior de los albergues donde se aloja a la población migrante es necesario destinar áreas específicas y seguras para las mujeres, consideró Maricarmen Rioseco Gallegos, activista en cuestiones de género y consejera consultiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Dentro de los flujos migratorios que han llegado desde Centroamérica a la frontera Norte, el grupo sensible es precisamente el de las mujeres que se ven obligadas a dejar sus países por cuestiones de violencia y falta de oportunidades. A diferencia de los hombres, ellas no migran solas, sino junto a sus hijos. Rioseco Gallegos informó que recientemente, junto con otras activistas de la zona costa, se hizo un recorrido por los albergues de Mexicali para verificar las condiciones en que viven las mujeres migrantes.
“La realidad es que no hay albergues para que las mujeres migrantes puedan tener una estancia digna con camas, comida y atención para sus hijos, además de que puedan buscar un trabajo” y yo agregó que en ellas no se trata de una migración, sino de un desplazamiento por la violencia comunitaria e institucional que padecen en sus países.
ALARGARÁN ESTANCIA
Para Rioseco Gallegos el endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, obligará a muchas de estas mujeres a alargar su estancia en Baja California, sin que haya condiciones para ello. “Es un fenómeno nuevo que vengan tantas mujeres con sus familias, son engañadas porque piensan que van a tener el paso seguro a Estados Unidos, pero encuentran las mismas condiciones que en su país sin trabajo ni seguridad”.
La activista y consejera de Inmujeres dijo esperar que en el albergue que va a instalar el Gobierno Federal para la población migrante haya perspectiva de género y que se destine un sitio digno y exclusivo para las mujeres.