Debido a la nueva ley antitabaco en la que se busca que el 100 % de espacios esté libre de humo, propietarios de establecimientos buscan tener la facultad de prohibir la entrada de personas con cigarros a sus negocios, con el fin de evitar riñas y proteger la integridad de sus empleados.
Lo anterior lo manifestó Venustiano Anzaldo Rivero, quien encabeza la Asociación de propietarios de Bares y Cafés Cantantes de Mexicali, en una reunión del Consejo de Alcoholes que también preside, con el titular de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Erwin Aréizaga Uribe.Recordó que cámaras empresariales y asociaciones se reunieron con la Comisión de Salud de la anterior Legislatura del estado, para pedir que a los permisionarios, gerentes o encargados de establecimientos, les dieran la facultad dentro de los reglamentos, de poder prohibir que la gente entre con cigarros.
“Porque desgraciadamente una vez que la persona entra con cigarros, y sobre todo porque entendemos claramente que una vez que se consume alcohol, la gente entra en un estado de ánimo distinto, entonces es muy común, desgraciadamente es una realidad, el mexicano siempre trata de combinar el alcohol con el tabaco”.
Es ahí cuando entra el problema para el establecimiento, porque la persona con cigarros ya está dentro del lugar, si el establecimiento es pequeño, no es tanto el problema, pero esto se agrava si el lugar es grande.
Es por lo anterior que buscarán por medio del apoyo del secretario del Ayuntamiento, o bien, a través de algún regidor, que se les dé a los establecimientos, la facultad de evitar que la gente entre con cigarros a los establecimientos, ya que esto puede generar riñas y se ponga en riesgo la integridad de sus empleados.
Venustiano Anzaldo Rivero, comentó que los propietarios de los establecimientos siempre han sido muy respetuosos en cumplir todos los reglamentos, y en esta ocasión se ha reformado la ley antitabaco, cuyos últimos cambios se realizaron en 2005, en la que sí se contemplaban áreas de fumadores.
Aréizaga Uribe, señaló que los dueños de los bares y cafés cantantes, han visto como positiva esta medida, particularmente porque tiene que ver con el apoyo de cuidar la salud, de quienes se encuentran cerca de una persona que está fumando.
“Pero evidentemente hay una consecuencia, un pago o un gasto que tienen que solventar a través de la implementación de esta medida, obviamente se van a enfrentar a disgustos, inconformidades, no acatamiento de esta medida de los clientes de los establecimientos.
“Evidentemente ellos se van a enfrentar a una situación que puede ser de generar un conflicto o un descontento con su cliente, o por ser una cuestión de carácter nacional, donde evidentemente a nivel de nuestro país lo tiene que acatar, comprendemos que la población lo va a ir asimilando en el transcurrir de estas próximas fechas”.
Reforma
Explicó que la reforma al Reglamento de la Ley General del Control del Tabaco, donde hubo algunos cambios importantes, referente a la venta y comercialización de este tipo de productos, además de las restricciones de nuevas áreas para fumadores.
Anteriormente, se permitía fumar en espacios ventilados, cotidianamente conocidos como las terrazas, pero con esta nueva disposición no hay posibilidades de fumar en este tipo de áreas.
“Hay una excepción de contar con un área determinada, alejada por lo menos 10 metros de distancia del paso obligado de los clientes y trabajadores del establecimiento, que no tenga techo, y que no se brinde el servicio de bebidas, alimentos, o entretenimiento”.
Lo anterior se aplica a clientes, trabajadores o visitantes del estacionamiento, dijo, hoy por hoy hay una restricción generalizada de los espacios abiertos para los fumadores, no nada más para establecimientos de carácter privado, sino también en áreas como parques públicos, playas, estadios, unidades deportivas, lugares de concentración de la población.
Aréizaga Uribe comentó que se busca proteger a los no fumadores, por lo que a ellos, como Coepris les corresponde atender de acuerdo a sus facultades, a los establecimientos que formalmente desarrollan una responsabilidad económica, y a los Ayuntamientos les corresponderá emitir sanciones a los ciudadanos que no acaten la disposición.
Hay un capítulo de sanciones, que van desde el apercibimiento, sanción económica, hasta la suspensión de actividades, de acuerdo al criterio aplicado, de la situación que se infringió, según sea el criterio.
“Hay un compromiso con el sector empresarial en el proceso de socializar la medida, por evidentemente concederse una circunstancia de un cambio radical, de que nos dimos un lapso de un mes de que inició la medida, que fue el día 16 de enero, de poder aplicar el criterio del apercibimiento al establecimiento en caso de no aplicar esta medida”.
Una cuestión que escapa a Coepris, es que en caso que una persona estuviera infringiendo esta disposición, el Ayuntamiento está en la libertad de percibirlo, llamarle la atención, hasta una multa, o un arresto por una cierta cantidad de horas, explicó Aréizaga Uribe.