Aunque hay quienes pueden sobrellevar el bullying, así como cuestiones adversas de la vida, hay otros que son más vulnerables y este tipo de situaciones detona la depresión, enfermedad que se ha tornado más común de lo que se piensa.
“La depresión es un trastorno siquiátrico generado por la falta de una sustancia en el cerebro que se llama serotonina, pero sí la pueden desencadenar varios factores como las adicciones; la situación familiar; la baja autoestima; situaciones laborales y escolares”, manifestó Elizabeth Medina.
La coordinadora del área clínica de Misión San Carlos, expuso que en esta institución tienen al menos 9 años manejando pacientes con trastornos depresivos, tanto así, que la mitad de la comunidad que tienen en este momento, son pacientes depresivos. “Cada vez hay mayor incidencia en casos de depresión, y de hecho, hay estudios de que es como el segundo trastorno más generado en el mundo y que pueden generar en una muerte por los intentos de suicidio, para terminar con su tristeza”, comentó.
Si bien, hay personas que sufren bullying, pero tienen esa resiliencia, es decir, tiene la capacidad de superar situaciones traumáticas, por lo que se sienten bien física y emocionalmente, pero finalmente no les importa, porque pudieron poner límites.