Bonilla será quien atienda problema de finanzas

Los asuntos financieros del estado serán atendidos hasta que entre en funciones el gobernador electo

Mariela Tapia

  · lunes 21 de octubre de 2019

Jaime Bonilla, Gobernador electo del estado. Foto: José Luis Camarillo

Dado que es evidente que no existe interés en dar respuesta a las peticiones del todavía gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, los asuntos financieros del estado serán atendidos hasta que entre en funciones el gobernador electo, Jaime Bonilla Valdez.

Para el vicepresidente de la Comisión de Desarrollo Democrático de Coparmex, Octavio Sandoval López, es claro que no existe una voluntad del gobierno federal morenista en apoyar al gobernador panista, pese a que este manifiesta que ha realizado visitas a la Ciudad de México para gestionar los recursos necesarios con el fin de atender las diversas deudas que tiene el orden estatal.

“A la hora de la hora, le prometen pero no le cumplen, le prometen, pero no le dan, es un tema de naturaleza política en el que un gobierno que representó un sistema por 30 años, finalmente va de salida porque así lo decidió la población, entonces, no le van a colgar la estrellita en el último mes”, expresó.

Consideró que seguramente Bonilla Valdez podrá responder a dichas problemáticas financieras, dado que este tiene una excelente relación con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, lo cual va a beneficiar a la universidad.



Universidad fue lenta

El problema financiero que vive la Universidad Autónoma de Baja California fue algo que se permitió que creciera poco a poco, opinó el también ex presidente del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Baja California.

“Debió haber actuado con mayor oportunidad y haber exigido que le dieran su presupuesto, que finalmente, es un recurso que le corresponde de acuerdo con el presupuesto”.

Hace unos años el estado solo tenía un adeudo de alrededor de los 450 millones de pesos, a lo cual se sumó el hecho de que los recursos correspondientes al 2018 y 2019 no se asignaron como se tenían programados en el presupuesto, por lo que consideró que la universidad salió tarde a hacer público el problema.

“Hace dos años se hizo un convenio para pagar 450 millones de pesos que se debían, pero la universidad subestimó el problema, en el sentido de que no pensó que el estado fuera a hacer omiso”.



Sandoval detalló que desde el 2013 se tenía un problema financiero con el magisterio y debido a que la universidad todavía operaba sin problemas, decidió priorizar a la educación básica en vez de los asuntos de la máxima casa de estudios.

“El estado administra el dinero que le llega de la federación, pero le llega al estado, no le llega directamente a la federación, el estado no aportó la parte que le correspondía desde 2013”, expresó.

“Es decir, en lugar de asignar en lo que le corresponde a la universidad, se lo asignó a cubrir el sistema educativo por una razón muy sencilla, el sistema educativo básico estaba paralizado, y la universidad estaba en marcha, fue una decisión en ese sentido”, abundó el contador.