Con las declaraciones que ha realizado el gobernador del estado, Jaime Bonilla Valdez, sobre la presidenta municipal de Tecate, Zulema Adams Pereyra, el mandatario está ejerciendo violencia política, pero también con razón de género al tratar de invisibilizar los actos señalados por la alcaldesa.
La activista Fernanda Flores Aguirre refirió que no es la primera vez que con sus declaraciones el gobernante trata de minimizar las situaciones a las que se enfrenta, como lo es en este caso el señalamiento de Adams Pereyra, quien denunció ante la Fiscalía General de la República que fue amenazada por el gobernador y el Secretario General de Gobierno para evitar que el Cabildo de Tecate votara la llamada “Ley Gandalla”, en la que se permite que los representantes populares puedan participar en campaña mientras continúan en su cargo.
Cuando alguien señala que ha sido víctima de amenazas o de un abuso, las autoridades deben de sentarse de frente para analizar el tema, escuchar e investigarlo, sin embargo la estrategia del gobernador ha sido minimizar los hechos señalados, lo cual no solo aplicó hacia la edil, sino también a los medios de comunicación.
Dice ‘me suena esta persona, me suena este medio de comunicación’, porque también eso es violencia hacia los mismos medios. El hecho de minimizarlos y el hecho de decir como ‘no me importa, no se quienes son’ no es lo que deberíamos recibir de quien sea y mucho menos de un gobernador
Que una autoridad como el gobernador del estado no le preste atención a este tipo de actos, lo único que genera es dar pie a que se siga ejerciendo más violencia, afirmó Flores.
“Lo único que fomenta es más violencia, estamos dando pasos hacia adelante con la Ley Olimpia y con otro tipo de movimientos, pero estamos dando paso atrás con este tipo de declaraciones por parte de las autoridades; por un lado dicen estar a favor de eliminar la violencia, tanto en general, como hacia la mujer, pero por otro lado con sus declaraciones y en sus mismos círculos, la están fomentando”.