Diariamente se recolectan alrededor de 2 millones 823 mil 930 kilogramos de basura en Baja California y mientras algunos desechos son reutilizados, la búsqueda por un proceso menos abrasivo para el medio ambiente persiste.
Ana Cristina Bolaños Mendoza -de 21 años-, Carlos Andrés Avilez Zazueta de 25, Fernando Gutiérrez Harispuru de 24 años y Javier Mauricio Llamas Martínez de 21 estudian el último semestre de Bioingeniería en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y como parte de la clase de Biotecnología Ambiental con Fernando Amílcar Solís Domínguez, se encuentran desarrollando un proyecto de reciclaje totalmente natural.
Su propuesta consiste en usar unos insectos llamados Tenebrio molitor, apoyándose las bacterias de su sistema digestivo para degradar residuos sólidos, entre ellos varios plásticos desechables.
Durante su fase larvaria, los T. molitor pueden procesar los polímeros no biodegradables y transformarlos en dióxido de carbono y excrementos que después pueden ser utilizados como abono orgánico sin ninguna repercusión en el ambiente, haciendo este proceso una de las formas más amigables de disposición de residuos.
“La principal desventaja presentada durante el desarrollo de nuestro proyecto es la falta de reciclaje en la ciudad, al no tener una cultura de este tipo de prácticas, complica el trabajo para empresas ambientales que intenten atacar el problema”, comentó Gutiérrez Harispuru.
“Debido a las características de nuestra área, en nuestra opinión lo mejor para poder contribuir con el medio ambiente en este momento es empezar la creación de áreas verdes, así como reducir las emisiones de CO2, las cuales son la principal causa de contaminación”.
El grupo también recomienda disminuir el consumo de plástico cambiando botellas de agua por termos que se puedan seguir utilizando, evitar el uso de desechables como popotes, platos, cubiertos o tratar de mantenerlo a un mínimo y empezar a cambiar nuestra cultura con respecto a lo ambiental, a fin que entre todas las personas logremos un cambio.
Los estudiantes planean continuar la investigación con esta larva para encontrar qué otros polímeros son degradables e intentar encontrar nuevas formas de degradación.