A la fecha, a nivel estatal no existe una opción viable para descartar aquellas televisiones y pantallas que la población desecha, para lo cual debería existir un programa institucional, señaló la presidenta de la Fundación Hélice, Myriam Serra Castellanos.
Explicó que en la entidad debe existir un lugar en donde la ciudadanía pueda disponer de una televisión, pues al contener materiales pesados generaría afectación al subsuelo y al medio ambiente.
“Una asignatura pendiente que tenemos, siempre ha sido la pantalla de las computadoras, monitores y televisores; desde el apagón analógico hemos solicitado el apoyo de la Semarnat, Secretaría de Protección al Ambiente buscando que estos equipos se les pueda dar un tratamiento adecuado”, expresó la activista.
Las personas que se dedican a recuperar los materiales de aparatos electrónicos y eléctricos utilizan prácticas ilegales, entre éstos la quema de los desechos, lo cual ocasiona una mala calidad del aire también.
Según la activista, México es el tercer lugar en Latinoamérica respecto a la mayor generación de residuos electrónicos, mientras Baja California ocupa el tercer lugar a nivel nacional.
La presidenta de la Fundación Hélice lamentó que a 8 años del apagón analógico no exista una opción para desechar los televisores y pantallas.
En Fundación Hélice hay un programa de acopio de residuos electrónicos, pero en éste no aceptan televisores o pantallas debido a que no pueden enfrentar los costos por la disposición y manejo de esos residuos.
La asociación civil que representa realizó en una ocasión realizó una jornada de acopio masivo de ese tipo de desecho, lo cual se consolidó gracias a un financiamiento que le otorgó la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos.
El manejo y disposición de un televisor análogo en aquel entonces representaba un costo de cinco dólares, lo cual ha de ser aún más costoso hoy en día.
Los materiales de las televisiones, insistió, son recuperables y podrían incorporarse a una cadena de valor.