Tijuana- Andrés es un niño de 10 años de edad con autismo, que ante la contingencia de salud ha complicado su estado al permanecer en casa por tanto tiempo.
Su vida antes de la cuarentena consistía en las clases de educación básica y de arte, mediante las cuales había logrado un gran avance para comunicarse con otros, comentó Teresa, la madre de Andrés.
“Sinceramente nos preocupamos cuando empezamos a ver que sería necesario quedarse en casa, por el niño más que nada, siempre ha necesitado su espacio para sentirse a gusto”, narró la madre del pequeño.
En casa han logrado realizar actividades para que Andrés pueda seguir con su progreso, dijo su madre, “su hermano David es quien más lo apoya, juega con él, y le tiene paciencia, y él también es pequeño aún, solo tiene dos años más”.
"Juega con él, le ayuda en sus dudas de la escuela a Andrés, le es más fácil entender lo que le dice su hermano que lo que su papá o yo le explicamos", mencionó Teresa, quien señaló que fue difícil explicarle que deberían permanecer en casa por unos días debido a que había una enfermedad que estaba presente en la ciudad.
"Lo entendió a su manera, y tiene días buenos y otros no tanto, porque quiere salir a jugar, regresar a sus clases, otros días está muy callado por eso", dijo Teresa.
Los especialistas de salud mental de la ciudad señalan que para evitar que estos niños y adolescentes con autismo no entren en un aumento de excesivo estrés, se deben aplicar actividades que incentiven la tranquilidad de estos.
Durante el periodo de confinamiento que viven niños y adolescentes con autismo, es necesario que se realice por parte de los padres de familia una serie de actividades bien definidas que puedan servir para enfrentar el encierro de mejor manera.
Días antes, la presidenta de la asociación civil Voz del Autismo, Valeria Gómez, habló con la redacción del periódico y explicó sobre las dificultades a las que se enfrentan las familias con integrantes autistas.
Las familias deben involucrarse de manera ocupacional por medio de actividades cotidianas en el hogar, los cuales pudieran ser cosas sencillas como lavar trastes, tender camas, vestirse solos, además de los juegos lúdicos en casa.
De igual forma, señaló la importancia de realizar ejercicio, ya que el estar demasiado tiempo viendo televisión o haciendo uso de videojuegos, celulares o dispositivos electrónicos, no es recomendable física y mentalmente.
Asimismo, recomendó que la actividad física es vital, si bien hay muchos niños y adolescentes con autismo que no se sienten atraídos por los deportes, es importante que no se entre en entumecimiento y se deje a los pequeños usar solo aparatos electrónicos, ver televisión o jugar videojuegos.
Recomendó que incluso se puede hacer uso de actividades que no son conocidas por las nuevas generaciones, pero que sí jugaron los padres cuando eran pequeños, como el “bebeleche”, las juegos de mesa, lo que atraería la atención de las nuevas generaciones ante algo nuevo o desconocido.
La creación de una rutina anticipada es de suma importancia para una persona con autismo, por ello también recomienda se detalle una donde se especifiquen las tareas a realizar a lo largo del día.
"Tener una agenda visual que les diga qué van hacer. Desayunar, hacer actividad física, trabajar con mamá y papá, y de ahí a jugar, que lo tengan de manera visual y como decía, muchas terapias son a través del juego".
Gómez invitó a los padres de familia a encontrar un tiempo para su persona, hacer una actividad que les genere satisfacción, así como descansar.
Por último, recordó que en caso de que los chicos presenten alguna situación de elevado estrés, deben acudir con un especialista de salud mental o comunicarse por vía telefónica para obtener el apoyo profesional necesario.