Al llegar San Luis Río Colorado a temperaturas que superan los 45 grados durante lapsos de la temporada de calor, su mayor actividad migratoria se registra con la llegada de un nuevo clima, esto según las cifras de la Oficina de Aduanas y protección Fronteriza (CBP en inglés) y de la casa del migrante “La divina providencia”.

A decir por Martín Salgado Ames, presidente de la benemérita dependencia en mención, durante el verano, el recinto suele atender entre 20 a 30 migrantes por semana, cuando llegado el cambio climático que se torna al frío, suelen ver por un centenar de deportados en el mismo lapso, entre connacionales y extranjeros.

“Por la frontera local, los migrantes buscan cruzar por zonas desérticas, entonces eso incluye el peligro de un golpe de calor por la exposición al sol y calor extremo, es por ello que nuestros números varían tanto entre el calor y el frío”, expresó.

Aunque destacó que, desde la construcción del nuevo muro fronterizo y la utilización de la tecnología en la frontera por parte de Estados Unidos para impedir la migración ilegal, el fenómeno ha bajado, muchos son los que pese a ello buscan llegar de manera irregular al país vecino, localmente por el desierto, por el río Colorado o por el canal Sánchez Mejorada.

Según los datos públicos de la CBP, la migración ilegal a lo largo de la frontera comienza a aumentar a partir de noviembre y llega al doble entre los lapsos del clima más frío; comportamiento que se da cada año.

PIDEN APOYO

Ante el repunte de los números que tradicionalmente se dan con el cambio del clima, la casa del migrante solicita a los sanluisinos apoyo para atender a los paisanos y extranjeros que llegan de paso a la ciudad tras ser deportados.

“Lo que necesitamos en estos meses son chamarras, suéteres, pantalones y calzado cerrado, tanto para hombre, mujer y para niños de todas las edades, de cobijas y cobertores hasta el momento estamos bien”, destacó el presidente de la dependencia en atención a refugiados y deportados.

Salgado Ames prevé que esta temporada de frío ante las deportaciones inmediatas por parte de Estados unidos, la demanda de alimento y ropa por parte de la casa del migrante sea mayor, ya que muchos de los “ilegales” reinciden varias veces en cruzar, hasta lograr burlar a la Patrulla Fronteriza del Sector Yuma.