Antonia Gutiérrez es madre de Hilario Correa Gutiérrez, pero a diferencia de él, ella sí accedió a mudarse al fraccionamiento Renacimiento del Valle, después del terremoto del 4 de abril del 2010.
Lo poco que recuerda de ese día es que de milagro estaba sentada en el exterior de su casa y una vez que empezó el movimiento, aparte de asustarse, cayó boca abajo, por lo que tuvo que pedirle ayuda a su hijo Antonio para levantarse.
Casi le cae encima un tambo en los que reservan agua para tomar, mientras el segundo tambo que tenían se quebró al caer.
“Por obra de Dios estaba yo abajo de un arbolito, en una silla y me tumbó boca abajo, estaba mucho muy fuerte el sismo”.
Ella definitivamente necesitaba del apoyo de sus hijos esa tarde, ya que por tener una enfermedad en las piernas utiliza un andador para caminar.
Doña Antonia reconoció que desde antes del sismo ella quería mudarse, toda vez que hay goteras en la casa del ejido Zacamoto cuando llueve.
A ella le parece muy pacífico el fraccionamiento Renacimiento del Valle, ahí se cuenta con todo lo necesario para vivir. Hay comercios y en general más oportunidades. Ella, junto con su hijo Antonio y su hija Perfecta, viven en una casa en la avenida México, la cual fue regalada por las autoridades para apoyar a los damnificados por el sismo.
Aunque en el Renacimiento del Valle está completamente poblado, con escuelas, negocios y la buena zona donde está ubicada, para Antonio, hijo de Antonia, lo único que hace falta es la recolección de basura.