Desde hace más de 43 años a la fecha, Jesús Márquez ha visto como paulatinamente ha decaído su negocio, por la situación económica a las nuevas tendencias, por lo que recuerda con cierta nostalgia que en los años ochenta, hasta los paleteros usaban sombreros panamás.

Don Jesús es el último en Mexicali, de quienes ejercen el viejo oficio de la fabricación de sombreros, no queda otro, desde 1976 atiende su negocio “Sombrerería La Nutria”, que se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad, por la calle Morelos.

Y es que desde que se asentó en Mexicali en 1970, empezó a trabajar con un sombrerero, que a regañadientes le enseñó el oficio, pero no todos los secretos, ya que esa gente es muy egoísta y no le gusta compartir sus conocimientos, pero con mucho empeño aprendió.

Su ex jefe era el castor y él era la nutria, recuerda, ya que de la piel de estos animalitos se fabricaban los sombreros, debido a que era un materia muy resistente y no se les filtraba el agua, por eso en el logo de Stetson muestra a un vaquero dando de beber a su caballo en un sombrero.

Lo anterior, mientras muestra uno de ese material, del cual dice tener cerca de 100 años, y se lo dejaron ahí y no han vuelto por él.

“No saben lo que tienen”, comentó mientras observaba el antiguo sombrero.

Antes la gente usaba más sombreros, sobre todo los agricultores, pero por la crisis muchos han dejado de usarlos, ahora muchos de sus antiguos clientes usan gorras.

En los años ochentas era muy común que le pidieran fabricar sombreros Panamá, ahora ya no, hace mucho tiempo que hizo el último, mucho tiene que ver que escasean los materiales.

En lo que se refiere al aspecto comercial, expuso que apenas saca para el sustento, pero aún conserva muchos clientes, mientras que otros se olvidan de sus sombreros y ya no los recogen, por lo que los tiene que vender, esto, por la misma situación económica.

Antes todo el mundo usaba sombreros, hasta los que vendían paletas usaban panamás, tuve muchos clientes paleteros, pero claro, no lo usaban para el trabajo, se los ponían los domingos.

Todo esto decía al momento que mostraba una decena de sombreros tipo texana, envueltos en plástico y empolvados por el paso del tiempo.

Pero también dio un consejo, a la hora de comprar un sombrero tipo Panamá, se deben de fijar que diga que es de ese lugar, ya que hay muchos que dicen “Chantum Panamá”, esa es una ciudad de China y son de fibra de papel, esos no sirven, no se pueden limpiar ni reparar, pero eso sí, los venden muy caros.