Sigmund Freud creía que el amor era la mitad de la vida de una persona y suponía que alguien gozaba de buena salud psíquica si estaba en condiciones de amar y de trabajar.
La Real Academia de la Lengua Española define el amor como “el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.
En la cultura popular, existe la idea de que para el amor no es una barrera la edad, la religión o el estatus económico. El amor llega en cualquier momento, pero nadie ha cuestionado si para el amor existe partido político.
Por lo menos en Baja California, para el amor no es un impedimento militar en diferentes partidos políticos. Aunque estos sean antagónicos, la ideología y los colores partidistas quedan de lado cuando el corazón llama.
CARLOS TORRES Y MARINA DEL PILAR
Carlos Torres Torres es uno de los militantes más reconocidos del Partido Acción Nacional (PAN) en Baja California. En más de 24 años de carrera partidista, el político ha sido diputado federal, legislador local y funcionario de administraciones emanadas del partido blanquiazul; incluso, en 2010, fue candidato a la alcaldía de Tijuana.
El 20 de marzo pasado, entregó al presidente Nacional del PAN, Marko Cortés, un documento en el que solicitaba, por motivos personales, una licencia temporal en sus actividades partidistas durante el presente proceso electoral.
La razón de esta licencia es la relación sentimental que mantiene con la actual candidata de Morena a la presidencia municipal de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
El romance entre el panista y la morenista no ha despertado las mejores reacciones dentro de ambos círculos partidistas; inclusive, Carlos Torres no ha acompañado a ningún acto proselitista a Marina del Pilar. No obstante, ambos pasearon por lugares públicos de Tijuana días antes de que iniciaran las campañas.
MIRIAM AYÓN Y GERARDO ÁLVAREZ
La XXI legislatura del Congreso de Baja California dejó a su paso varios cambios en materia legislativa; el más recordado hasta ahora es el ajuste en el periodo de la gubernatura que pasó de seis a dos años. En ese periodo, coincidieron Miriam Ayón y Gerardo Álvarez, diputados del PRI y PAN respectivamente.
Sin importar los enfrentamientos partidistas entre sus bancadas, Álvarez y Ayón fueron construyendo una buena amistad que poco a poco se fue convirtiendo en una relación sentimental.
Además de haber integrado bancadas diferentes en el congreso estatal, Miriam y Rodolfo compitieron en 2013 por el noveno distrito electoral resultando ganadora la candidata priista.
La relación de pareja perdura hasta la fecha; sin embargo, ambos realizan sus actividades partidistas de manera particular conservando su afiliación al PRI y PAN.
CARLOS BARBOZA Y LAURA TORRES
Carlos Barboza Castillo es desde hace más de 25 años uno de los representantes más distinguidos del Partido Revolucionario Institucional en Baja California.
A pesar de la debacle priista en el estado y en el país, Barboza Castillo no ha abandonado al partido tricolor. Su lealtad al PRI es tal que, en 2012, dejó su candidatura a diputado federal para que su partido cumpliera con la cuota de género.
Laura Torres Ramírez forma parte de una de las familias más tradicionales de Playas de Rosarito. Su padre, Hugo Torres, fue presidente municipal del quinto municipio en el periodo 2007-2010.
Después de haber sido diputada y candidata del PRI a la alcaldía de Rosarito, abandonó a inicios de 2018 el Partido Revolucionario Institucional argumentando que era por motivos académicos.
Carlos Barboza coordinó en 2016 la campaña de Laura Torres a la presidencia municipal de Rosarito. Al poco tiempo de que terminara la contienda, se hizo público que mantenían una relación sentimental.
En 2019, y luego de abandonar las filas del PRI, Laura Torres aspiró a la candidatura de Morena a Playas de Rosarito, que finalmente quedó en manos de Araceli Brown.
Durante las semanas que duró la contienda interna de Morena, Carlos Barboza no se involucró en ninguna actividad proselitista de Laura Torres manteniéndose al margen.