El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se desmarcó de la decisión que tomó el gobernador del Estado, Jaime Bonilla Valdez, respecto a emitir un decreto con el que se dejara de cobrar el peaje en la caseta Tijuana-Rosarito.
Fue durante la conferencia que ofreció la mañana de este miércoles que López Obrador dijo estar en desacuerdo con el mandatario de Baja California.
No se puede, con un decreto de un gobierno estatal cancelar un derecho o facultad que le corresponde al Gobierno Federal, imagínense si esto fuese así ahora que vienen las elecciones todos los gobernadores sacarían decretos para que no se cobrará en las casetas
El presidente de la República dijo además que este tema no se arregla con él sino de forma legal por lo que confirmó que fue presentada una controversia constitucional y será el Poder Judicial quien defina el tema.
"Esto no significa pelearnos, es discrepar, tener puntos de vista diferente pero no podemos aceptar esas decisiones".
La postura del presidente de la República sorprende porque el mismo Jaime Bonilla aseguraba que López Obrador estaba de acuerdo con que la caseta Playas de Rosarito-Tijuana desapareciera e incluso, en su molestia, llegó a pedir la renuncia del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
Fue el 10 de julio cuando el Gobernador "liberó" la caseta y la entregó a la Fiscalía General del Estado, asegurando que los ciudadanos y especialmente los residentes de la zona no pagarían más por transitar por ahí, haciendo alusión a una promesa de campaña que hicieron él y el presidente de la República.
Al día siguiente autoridades federales ordenaron el retiro de los elementos estatales y recuperaron la caseta para que Caminos y Puentes Federales (Capufe) la siguiera operando.
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