Unos 300 migrantes se encuentran en el campamento entre los muros fronterizos de Tijuana y San Diego, a disposición de las autoridades norteamericanas, destacó el director de Atención al Migrante del Municipio, Enrique Lucero.
“Al brincar la primera valla están en territorio americano y ya están en custodia de Border Patrol, quienes les dan unos brazaletes para identificar a quienes ya les tomaron sus datos, entonces los migrantes están esperando a que los procesen”, expresó.
Señaló que el grupo de migrantes será trasladado a un centro de proceso migratorio para investigar la situación de cada uno y registrar quiénes cuentan con un caso de “miedo creíble” para luego ser presentado ante un juez.
“Los otros que no califiquen serán retornados si son mexicanos y si son de otro país de Centroamérica, incluso serán deportados a su lugar de origen hasta con un castigo de aproximadamente de cinco años sin poder cruzar a Estados Unidos por ninguna vía”, destacó.
Recordó que los cruces de migrantes irregulares aumentaron tras la finalización del Título 42 en mayo del presente año, registrando a la fecha alrededor de tres mil migrantes en la zona fronteriza intentando cruzar de diferentes maneras.
Enrique Lucero indicó que la frontera del lado mexicano es vigilada por la Guardia Nacional a los largo de la avenida Internacional ya que son puntos concurridos para cruces ilegales.
“Hay muchos individuos y organizaciones que viven y lucran con el tema migratorio con cruces irregulares, que están al pendiente de los cambios de la guardia de Border Patrol y de la Guardia Nacional, saben las horas en que hay movimiento o está desprotegida la zona y es cuando aprovechan a cruzar a las personas”, manifestó.
Detalló que hay traficantes que cobran a los migrantes hasta 500 dólares o 10 mil pesos por guiarlos en el cruce, mientras otros que aseguran “burlar” los filtros de seguridad del sur de México pueden pedir entre 10 mil y 15 mil dólares.
“Los migrantes que se quieren entregar lo hacían por Ciudad Juárez donde hay una frontera natural que es el Río Bravo, lo cruzaban y se entregaban, esa situación se daba por venezolanos. Pero aquí se dio con mayor frecuencia y velocidad”, explicó.
Señaló que la mayoría de ellos cruzan ilegalmente saltando los muros con ayuda de una escalera, otros nadando por Playas de Tijuana y posiblemente existe un “boquete” o un túnel que esté conectado entre los dos países para ingresar de manera más rápida.
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“No nos consta esta dirección, pero puede que haya un vacío de muro donde están ingresando de manera más rápida y por eso hemos visto esa gran cantidad”, apuntó.