La alimentación diaria de cada uno de los migrantes mexicanos o extranjeros cuesta a los albergues de la ciudad 53 pesos con 20 centavos, sin contar los gastos de operación como energía eléctrica, agua y renta. En Mexicali funcionan doce instituciones operadas por la sociedad civil que ofrecen alojamiento y alimentación, algunas tienen capacidad para atender a 400 y otros hasta a 2 mil personas.
La idea de que llegue una nueva caravana de migrantes centroamericanos despertó la preocupación de la red de albergues pro migrantes, pues aunque hay capacidad física se carece de recursos para cubrir las necesidades básicas de esa población, indicó Altagracia Tamayo, administradora de La Posada del Migrante. “Podemos recibir hasta a 5 mil o 6 mil personas entre todos los albergues de Mexicali, el problema es que no tenemos recursos para mantener el alimento diario de estas personas, esa es nuestra preocupación”.
Tamayo indicó que además de que atendieron a la pasada caravana que trajo a 8 mil centroamericanos, el flujo y la atención a los mexicanos que llegan deportados no se ha detenido y también demandan alimento y alojamiento. La sociedad civil que trabaja en beneficio de los migrantes está la expectativa de que el Gobierno federal defina los fondos económicos que se destinarán a ese rubro, pues en el presupuesto aprobado para 2019 el fondo de migralidad aparece en ceros.