En la reapertura de plazas comerciales que se autorizó a partir de este jueves, encargados de las tiendas coincidieron en que eventualmente debían de reactivarse los locales en tanto no exista una vacuna en contra del Covid-19.
Claudia González Lamadrid, propietaria de la Boutique Goma en la Plaza San Pedro, expresó que para todos los comerciantes fue muy difícil afrontar cuatro meses sin haber contado con ingresos y subsistir con los gastos fijos inherentes a sus negocios.
La empresaria invitó a la población a visitar plazas comerciales, toda vez que las personas deben de acostumbrarse a la nueva normalidad, acatando las instrucciones que delimitaron las autoridades.
“Esto no tiene fin, todavía no tenemos la vacuna y hasta que llegue, pues esto va a ser una realidad, con cuidado, de preferencia no exponer a los niños, pero uno sí puede salir a comprar algo para estrenar algo, sentirse mejor y levantar el autoestima”.
En el caso de su boutique, mencionó que en el centro comercial se les pidió que en cada local se cuente con su tapete sanitizante al ingresar, proporcionar gel antibacterial al cliente y señalamientos para mantener una sana distancia al momento de pagar.
Asimismo, abundó que en cada local se le asignó la cantidad de clientes que pueden estar al interior del local para garantizar una sana distancia, lo cual se puede observar con una leyenda que esta al exterior de los locales.
En el caso de las tiendas de ropa, informó que los vestidores no están disponibles y que la temperatura se les revisa a los clientes al ingresar a las plazas comerciales.
Por su parte, Kevin Lagunas, encargado de la sucursal “Miniso” ubicada en la misma plaza comercial, informó que este comercio tuvo que cumplir con los lineamientos que se exigían a nivel nacional, pero también los del gobierno estatal y municipal, entre estos acreditar unos cursos del Instituto Mexicano del Seguro Social y presentar un documento en el que se certificó a esta tienda para operar siempre y cuando acate las medidas necesarias.
De los cambios que tuvieron que implementar al interior de la tienda, mencionó, fue tener un control en el ingreso, instalar acrílicos en las cajas y retirar aquellos productos que anteriormente contaban con probadores o muestras, como lo eran los perfumes o el maquillaje.
“Algún día tenía que pasar esto, algún día teníamos que regresar a una nueva normalidad, simple y sencillamente es adaptarnos al cambio, no resistirnos al cambio y fluir con él, adaptarnos a estas nuevas formas de convivir y de trabajar”.
Félix Susunaga, gerente de la plaza La Cachanilla informó que en dicho centro comercial abrieron alrededor de 60% de los locatarios, quienes necesitan del apoyo de sus clientes para salir adelante.
Mencionó que esa cantidad la mayoría absorbió el costo de sueldos, salarios, renta, entre otros servicios, sin embargo ya requerían abrir para ofrecer sus productos a la gente.