Según la agrupación Redspira, si solo se emiten alertas atmosféricas por la alta concentración de partículas, pero no se implementan políticas públicas para frenar las actividades que contribuyen a la mala calidad del aire, la autoridad está normalizando la contaminación al no tomar medidas para evitarla o prevenirla.
Sin consecuencias
Alberto Mexía Sánchez, fundador de la agrupación ambientalista, señaló que las alertas emitidas recientemente por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable debido a la mala calidad del aire solo informan sobre la situación del material particulado en tiempo real. Sin embargo, no se toman acciones para reducir la presencia de partículas contaminantes.
Opinó que con esas alertas se está confundiendo a la ciudadanía, ya que una alerta debería considerar acciones para limitar las actividades que generan contaminación.
Sin embargo, actualmente solo emiten comunicados que se reducen a información diaria, reflejando la misma contaminación que ocurre todos los días.
“Una alerta debería emitirse cuando ya ocurre una condición en la que, tanto la Secretaría de Salud como las entidades que generan estas emisiones, deben empezar a implementar sanciones”, añadió.
Generar las alertas, de hecho, son una desventaja, afirmó Mexía, ya que se está normalizando la existencia de la alerta ante la ciudadanía, pero no hay consecuencias para quienes contaminan.
“Tendrían que estar realizando más que informar, empezar a implementar acciones como control de tráfico, la disminución de actividad industrial, entre otras”, agregó.
Por ejemplo, cuando lleguen los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero, los niveles de concentración de partículas se presentarán diariamente con una mala calidad del aire de manera más frecuente. Es probable que la autoridad emita una alerta, pero no implemente acciones para evitar la exposición de la población a la contaminación ni para limitar las actividades comerciales y la movilidad.
“Desafortunadamente, como está diseñada actualmente (la alerta ambiental), cumple con la misma función del índice de comunicación de calidad del aire. Significa que no hay nada diferente, esa alerta, por más que se le llame alerta, es un mensaje de comunicación que tiene que estar todos los días, a todas horas, en tiempo real, siendo consultado por las personas. Pero pareciera que está ocurriendo algo distinto y realmente es la misma contaminación de todos los días”, finalizó.