Una persona que consume alcohol de forma habitual o en exceso tiene hasta un 57% más de riesgo de padecer depresión, afirmó el director general del Instituto de Psiquiatría del Estado (IPEBC), Víctor Salvador Rico Hernández.
Resaltó que entre mayor sea la cantidad de consumo de alcohol mayor es el riesgo de desarrollar un padecimiento depresivo, debido a que existen factores comunes que desencadenan ambos padecimientos, además de que el consumo excesivo de esta sustancia incrementa hasta en un 37% el riesgo de intento suicida.
Deprime el sistema nervioso
Por su parte Eutiquio Pasos Ríos, psicólogo del IPEBC, recordó que en la temporada decembrina se incrementan tanto el consumo de alcohol como los padecimientos depresivos, y advirtió que los síntomas de la depresión pueden incrementar al tomar.
“El alcohol por una parte es un depresor del sistema nervioso, osea, los efectos del alcohol son depresivos, hace más lento el funcionamiento del sistema nervioso, y aunado si hay un trastorno puede agravar más las cosas”
De acuerdo al experto, es común que las personas no relacionen el consumo de alcohol con la depresión, pues la droga suele tener en un inicio un efecto estimulante, pero al pasar el tiempo comienzan a incrementar las sensaciones de tristeza y ansiedad.
“Personas que ya tienen depresión y empiezan a consumir en exceso alcohol ¿Qué es lo que va a pasar? que la depresión cada vez que a ir en aumento”
Alcoholismo
El experto recordó que no todas las personas que consumen alcohol son alcohólicas, pues las personas que consumen hasta cuatro botes o copas de alcohol sin rebasar esta cantidad son considerados “bebedores sociales”, y no sufrirán síntomas como síndrome de abstinencia o cruda.
Sin embargo, las personas que consumen más de esta cantidad pueden considerarse en una etapa de “abuso” de esta sustancia, mientras que se considera como una persona alcohólica a aquella que no puede controlar su forma de beber por un periodo prolongado, y esto ha empezado a afectar su vida diaria.
De acuerdo a datos oficiales, el alcohol es la principal droga de consumo legal en México, pues siete de cada 10 mexicanos han consumido al menos una bebida alcohólica en su vida, y al menos cuatro de cada 10 en el último mes.