Con la firma de la nueva acta de la CILA, vienen tiempos más difíciles para los agricultores del Valle de Mexicali; lo peor, es que no saben dónde ha terminado el agua de aproximadamente 50 mil hectáreas que se han dejado de sembrar de las 185 mil con derecho de riego.
Lo anterior lo manifestó el representante del Sistema Producto Algodón en Baja California, Demetrio Benítez.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), informó que ha firmado con su contraparte estadounidense el Acta 330, en la que se establecen recortes adicionales a los ya establecidos en el Acta 323, y que estos serán de poco más de 493 millones de metros cúbicos (mm3) de agua, que serán restados de la cuota de 1 mil 850 mm3, que recibe anualmente Baja California desde Estados Unidos, a través del Río Colorado.
Lo anterior en un periodo de tres años, es decir, 2024, 2025 y 2026.
Debido a la sequía de la cuenca del Río Colorado, se activaron los recortes establecidos en el Acta 323, que en 2024 serán de 99 mm3; aunados a los aproximadamente 164 mm3 que se disminuirían por esta nueva acta, serían de 263 mm3 de agua, equivalentes a lo que consumen Mexicali y Tijuana en un año, o poco más de tres millones de personas.
Los recortes solo serán para el agua de uso agrícola, no así para las ciudades, por lo que los agricultores del Valle de Mexicali serán seriamente afectados.
Benítez señaló que todos esos acuerdos se firman en lo oscurito, a escondidas; los representantes de México los palomean y al agricultor lo dejan fuera.
“No sé qué está pasando, porque hay unas 50 mil hectáreas que no se están sembrando; entonces, por lógica, debería de sobrar agua, y cada vez se batalla más para conseguirla, cada vez hay más problemas para que nos la junten.
“Me imagino que con ese recorte debe de estar más difícil, y no dicen dónde está el agua de esas 50 mil hectáreas; hay algunos productores que sí se las pagan, pero a 3 mil 500 pesos por hectárea, y ellos (Distrito de Riego 014 Sociedad de Responsabilidad Limitada -SdeRL-) la venden como en 12 mil a Tijuana”.
Recordó que la dotación para el agricultor era de 134 litros por hectárea, luego la bajaron a 117 y así duró por muchos años, pero actualmente está a 109.
Es decir, son 109 litros por segundo, por 24 horas, lo que corresponde la dotación de una hectárea y eso es lo que venden.
Sobre una posible compensación para el descanso de tierras, dijo que ésta debería ser de al menos 12 mil pesos por hectárea, ya que con ello podrían tener alguna ganancia, mientras que con la siembra del algodonero y con el trigo son más las pérdidas.
Actualmente el único apoyo que reciben del gobierno federal es el de la energía eléctrica, pero solo aplica para quienes manejan pozos particulares.
Además, el programa del fertilizante del Bienestar es una burla, solo beneficia a aquellos que tienen dos hectáreas, que usan la agricultura de subsistencia, mientras que ellos, que son agricultores comerciales, de más de 20 hectáreas, no lo reciben, manifestó Benítez.