Agricultura: “foco rojo” del agua

Se pierden grandes volúmenes del vital líquido a falta de riego tecnificado, por otra parte San Luis lo reinyecta a los mantos.

Brenda Román

  · miércoles 22 de mayo de 2019

El recurso natural regulado por la Conagua se da por derecho de riego a usuarios o productores.



El agua es un recurso finito, no renovable, especialmente cuando se trata de una zona desértica como lo es San Luis Río Colorado, por lo que el uso racional de ese elemento es vital, advierten especialistas en el tema.

Lo que más preocupa, asegura Raúl Campuzano Chávez, ingeniero ambientalista especializado en Tratamiento de Agua, es que en la agricultura del valle local el desperdicio del recurso hídrico es alarmante.

Se trata, asegura Campuzano Chávez, de un uso irracional, ya que, debido a la falta de tecnificación de los riegos, se gastan volúmenes exorbitantes.

“Muchos agricultores lo saben, pero no lo quieren reconocer, todavía riegan a ‘la antigüita’, por inundación, donde no se ocupa, aplicar técnicas de riesgo bajaría su consumo un 40%”.



Recordó que en California hubo una campaña de tecnificación de riego con resultados muy positivos, al grado de que en Estados Unidos con reservorios de 240 metros cúbicos cubren toda la temporada de cultivo, mientras que, en contraste, en el valle de San Luis Río Colorado en un riego se gastan ese volumen.

“Ellos hablan de escasez de agua, pero viven las consecuencias de sus propios actos, el campo necesita tecnificarse y hasta donde tengo entendido habrá mucho apoyo del Gobierno para ello”.


En la agricultura del valle local el desperdicio del recurso hídrico es alarmante.


CULTIVOS QUE SE “AHOGAN”


Una muestra de la demanda de agua los cultivos en el valle, es en el algodón la alfalfa, cuyo consumo puede llegar a ser de 421 mil 200 litros y 58 mil 500 litros de agua, respectivamente, según el dato proporcionado por Osvaldo Romo, presidente del Módulo de Riego #1.

El recurso natural regulado por la Conagua se da por derecho de riego a usuarios o productores y en el caso de los módulos, cuentan con un permiso en el que, por ciclo, pueden extraerlo de los pozos en función, para lograr hasta 117 litros por segundo en 24 horas.

Son 22 módulos de riego los que existen en el Distrito de Riego, y de esos, tres pertenecen al margen izquierdo del Río Colorado, es decir, la parte de Sonora donde se ubica San Luis. Se trata de los módulos #1, ubicado en la mancha urbana del Municipio; y los #2 y #3 situados en la comisaría Luis B. Sánchez.

La función que los módulos cumplen es distribuir, operar y administrar el vital líquido para los campos agrícolas de la región de San Luis Río Colorado y el valle. Sobre un posible problema de falta del vital líquido en los campos agrícolas del valle, Osvaldo Romo dijo: “Desabasto siempre ha existido.



En el caso del Módulo 1, el agua que se usa es en su totalidad de pozos. Un 97% de la superficie es con pozos subterráneos y el otro 3% es con agua de gravedad. Nosotros conseguimos volúmenes adicionales para poder otorgar el servicio, comprando agua de gravedad”.

Explicó además que se compra, primeramente, en un banco de agua, ofertada en módulos de los márgenes del distrito en los que sobran volúmenes de gravedad. “Esa agua es la que viene por el canal Revolución o el ‘todo americano’ que le llaman”.

Nada más en el caso del Módulo 1, externó, para conseguir el agua a distribuir operan 84 pozos, pero catorce de éstos están sin funcionar por problemas estructurales o por derrumbe, lo que representa un problema para lograr el abasto suficiente por la alta demanda.

“Poco a poco el módulo ha seguido perforando para ir sustituyendo, pero perforas uno o dos pozos y se caen tres o se tapan. Ese es un obstáculo, porque falta recuperar esos volúmenes que son de nosotros y que se extraían de los pozos que no están funcionado actualmente”.


El agua es un recurso finito, no renovable.


FALTA RECURSO FEDERAL


Respecto al problema expuesto de los pozos sin funcionar, Romo informó que, “faltan recursos para poder seguir perforando pozos. Los que están sin funcionar requieren de una reubicación, pero no ha sido posible lograr dicha operación.”

Se precisó que había recursos del Gobierno federal para revestimiento de canales y compra de ademes para seguir perforando.

“Aparte, los usuarios también aportan el 50% del costo de mantenimiento o perforación, pero también está una parte del 50% de parte del Gobierno”.


El llamado “basurón”, ubicado al Sureste de la zona urbana, es actualmente un sitio donde más de 80 hectáreas de terreno están contaminadas con miles de toneladas de basura enterrada. / Víctor Félix


DESPERDICIO POR TODOS LADOS


Grandes cantidades de agua potable se convierten en desperdicios diariamente por el uso doméstico y comercial en San Luis Río Colorado, reveló Carlos Arturo Sánchez Santacruz e hizo hincapié en que no existe como tal una cantidad de metros cúbicos en específico que así lo indique, sin embargo, según el registro del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMAPAS), se trata de un problema latente y a la vista de todos.

“Podemos hablar de que más del 25% del agua potable que se tiene en la ciudad es desperdiciada de manera mensual, mas no de una cantidad en metros cúbicos pues son datos muy variables”, expresó y agregó que, “es un tema que nos llama a todos a colaborar a favor del cuidado del agua”.



El director del OOMAPAS dijo que entre 4 y 5 metros cúbicos de agua por persona al mes es el gasto estimado, el resto es mayormente desperdicio, por lo que realizan una campaña permanente de cultura de ella en escuelas, empresas y en predios particulares, a fin que sea menos a lo que no se le da el uso adecuado.

En este sentido, para evitar fugas de agua en las instituciones educativas y, por consiguiente, impedir el desperdicio y promover el ahorro, el Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMAPAS) implementó el programa “Aguas con el agua”.

Yzui Comparán Núñez dijo que el equipo de cultura del agua del organismo se acerca a las escuelas para detectar las llaves o tuberías con fugas y, con base en los resultados, hacer un diagnóstico que establezca las correcciones necesarias para acabar el desperdicio.

El diagnóstico se entrega a los directivos de los planteles para hacer las correcciones correspondientes y se imparten ante los estudiantes, personal docente e intendentes pláticas que promuevan la cultura del cuidado del recurso natural como parte de las acciones del proyecto.



La encargada del Departamento de Cultura del Agua mencionó que, aunque no compete al OOMAPAS reparar fugas, apoyan a las escuelas en la compostura de los desperfectos que originan tiradero, proporcionando -además- los materiales que se necesitan para ello.

Dentro del programa se capacita al personal de intendencia para aprender a resolver las fugas del vital líquido y al detectarlas se atiendan, pues se pretende evitarlas.

“Las fugas en las escuelas las hemos detectado en todos lados, pero principalmente en el ‘sapito’ y en el depósito del sanitario, debido a que no se les da el mantenimiento constante, requerido”.



Empleados del OOMAPAS cada mes acuden a las escuelas para tomar la lectura del medidor y determinar cuáles “gastan” más agua y, de esta manera, detectar en cuáles hay fugas.

A los planteles que consumen menores cantidades del vital líquido el organismo otorga un diploma para reconocerlos como responsables en el cuidado y consumo, a lo cual se han hecho acreedores 22 de los 75 registrados en el programa, mientras en junio podrían recibirlo una docena más.