Diana Castro López acudió a la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe para agradecer a la virgen del mismo nombre por la mejoría en su salud, ya que en Issstecali le informaron que ha podido controlar el hipertiroidismo que le fue detectado en febrero de este año.
Diana es una residente de San Felipe que asistió al recinto religioso más importante de Mexicali para colocar ahí una vela en honor a la virgen de Tepeyac, lo cual hizo en compañía de su esposo, Francisco Aguilar Rubio, un bombero de aquel puerto; y junto con su hijo más pequeño, José, de 6 años. También tiene un hijo de 12 y otro de 13 años.
La madre de familia explicó que estaba muy preocupada por el diagnóstico que recibió de esa enfermedad que afecta la tiroides y que, como parte de sus síntomas, ocasiona afectaciones al corazón.
Al inicio, Diana pensó que el malestar que sentía era por hacer ejercicio, sin embargo, el problema no era eso.
“Estaba muy débil, no podía levantar las pesas y tenía el corazón muy acelerado, fue cuando me hice un chequeo, me dijeron que era tiroides, ya después me dijeron que era hipertiroides, en donde el mayor riesgo era el corazón”, abundó.
Entre las complicaciones que podría padecer, dijo que es un infarto fulminante, falla renal, entre otras, no obstante, tras la buena noticia que le dieron en el hospital del Issstecali, dijo sentirse aliviada y esperanzada.
Lo que le informó el médico la mañana de hoy, fue que tiene una mejora y que tras el tratamiento que recibió, el hipertiroidismo se puede revertir.
“La Virgen de Guadalupe me hizo el milagrito y voy ver crecer a mis hijos, porque pensaba ‘todavía están chicos, no les he dado estudios, no les he dado un futuro’ y era lo que más me mortificaba. Yo sé que ellos tienen a mi familia, tienen a mi esposo, pero siempre hace falta la mamá”, comentó.
Posterior a esta consulta en la que le dieron la buena noticia, dijo que le habló por teléfono a su madre para notificarle sobre su mejoría.
“Me hizo llorar porque me dijo, ‘¿Ves lo que es tener fe?”. Le dije que gracias por no permitirme rendirme. Hubo un momento en el que pensé, ¿por qué a mí?, ¿por qué yo?, si tengo a mis niños, si no me considero una mala persona. Pero mi mamá fue la que me dijo que tuviera fe”.
La familia Aguilar Castro tiene planes de disfrutar esta Navidad de una manera plena, como nunca antes lo han hecho, así lo afirmó Diana, de 34 años.