Amenazas por integrantes del crimen organizado, golpizas y hasta disparos, principalmente en Tijuana, son las que han sufrido agentes del Instituto Nacional de Migración (Inami), informó su delegado en Baja California, David Pérez Tejada Padilla.
Lo anterior, donde el desayuno semanal del Grupo Madrugadores de Mexicali, en la que el funcionario federal expuso el tema de “Política migratoria en Baja California”.
Gracias a la coordinación que existe con la alcaldesa Norma Bustamante, así como con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, y con el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, el problema de los migrantes se encuentra controlado en la capital del estado.
En Tijuana la situación es diferente, el problema es más complejo e incluso han disparado en varias ocasiones a los agentes del Inami y han recibido amenazas de grupos de la delincuencia organizada.
Además, hace un par de días unos migrantes golpearon a un agente del Inami en la canalización del Río Tijuana cuando pretendía ayudarlos, pero en estas situaciones, estos no pueden responder con el uso de la fuerza, y hablando en el sentido bíblico, solo les queda “poner la otra mejilla”.
Pérez Tejada Padilla aclaró que los agentes del Inami no portan armas, ya que su labor es la de apoyar a los migrantes con su situación migratoria, por lo que se encuentran vulnerables ante este tipo de ataques.
Expuso que el área de mayor actividad de tráfico de personas en Mexicali, es en la zona de Los Algodones, donde existe un tramo sin muro fronterizo, por la presión que ejerce la tribu “Cocopah” en Estados Unidos, o Cucapah como se les conoce en México, ya que se trata de un lugar sagrado.
Es en este tramo de unos cuantos kilómetros donde se da el 90 por ciento de los cruces ilegales de migrantes que quieren llegar al vecino estado de Arizona.
Descartó dar el nombre de los grupos de delincuencia organizada que han amenazado a los agentes del Inami, aunque sí tienen alguna idea de cómo trabajan.
TRENES
El funcionario federal comentó que el titular nacional del Inami, Francisco Garduño, ha tenido reuniones con la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, así como con directivos de la empresa Ferromex, para tratar de solucionar esta situación, ya que en un tren subían hasta 3 mil migrantes, por ello se decidió parar esas máquinas.
Expuso que existe una situación crítica, especialmente en Piedras Negras, Coahuila, así como en Ciudad Juárez, Chihuahua, ya que incluso han hecho boquetes en el muro fronterizo con Estados Unidos.
Si bien, también llegan migrantes por tren a Baja California, son los menos; además, a estos los bajan antes de llegar a la línea fronteriza.
La idea es que los migrantes lleguen a Baja California con su cita programada y confirmada ante las autoridades migratorias de Estados Unidos, o bien, si deciden quedarse en México, ya sea de manera temporal, pueden ser contratados en alguna empresa.
Para esto, pueden tramitar una CURP (Clave Única de Registro de Población) y las empresas que se encuentren certificadas para ofrecer trabajo a extranjeros, pueden contratar hasta el 10 por ciento de su plantilla laboral de gente de otras nacionalidades, señaló el delegado del Inami.