Tras una semana de que policías municipales adscritos al Valle Sur de Mexicali fueran llamados al Centro de Control de Confianza (C3), las autoridades estatales y federales aún continúan supliendo a los oficiales desarmados, indicó Leopoldo Aguilar Durán, secretario de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Aguilar agregó que las evaluaciones ya habían concluido, pero aún faltaba el examen socioeconómico, el cual estará a cargo de la Fiscalía General del Estado.
El lunes de la semana pasada, en una rueda de prensa, el secretario informó que oficiales de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, la Guardia Nacional y la Sedena reemplazarían a los oficiales municipales tras una serie de eventos violentos en el Valle Sur.
Fueron más de 150 oficiales a quienes se les solicitaron las pruebas de confianza. Sin embargo, el secretario había mencionado que el proceso duraría como máximo cinco días.
El siguiente paso será que los policías municipales que pasaron las pruebas del C3 regresen a sus puestos en el Valle de Mexicali.
Con respecto a la situación en el valle durante la última semana, el funcionario señaló que se percibe tranquilidad entre la población en general, describiendo la situación como algo positivo.
Quejas por oficiales municipales
En relación con la queja interpuesta por los oficiales municipales ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quienes argumentaron que el secretario y la fiscal general del estado, María Elena Andrade Ramírez, no tenían la facultad para enviarlos al C3, Aguilar afirmó que no tenía conocimiento de la queja, pero reconoció que los oficiales estaban en su derecho. Indicó que actuaron bajo las órdenes del Ayuntamiento de Mexicali.
Diversos funcionarios que defienden los derechos de los policías, hablaron al día siguiente de que los oficiales fueron enviados al C3, expresando que los familiares de los agentes no sabían de su paradero.
Se informó que, por lo general, las pruebas de confianza se realizan de 7:00 a 15:00 horas, tras lo cual el agente puede regresar a su domicilio y presentarse nuevamente al día siguiente. Sin embargo, algunas familias manifestaron que no tuvieron información de sus seres queridos durante 30 horas, periodo en el cual estuvieron incomunicados y sin comer.
Antonio Navarrete, titular de la Fraternidad Policiaca, comentó que visitó las instalaciones para hacer pública la situación en la que se encontraban los policías. Algunos de ellos necesitaban medicamentos controlados debido a enfermedades crónicas, pero no los estaban tomando.
Navarrete señaló que la directora del C3 se percató de la situación y permitió que una ambulancia permaneciera en las instalaciones, además de facilitar alimentos y medicamentos.