Las plataformas digitales para transporte y entrega de alimentos han acortado los tiempos de espera de millones de ciudadanos alrededor del mundo.
Existen aplicaciones como DiDi, Uber, Cabify e InDrive que ofrecen servicios de intermediación tecnológica tanto de movilidad y comida, las cuales son dos de las demandas comerciales más grandes de compras en línea.
En el caso del apartado de comida en las aplicaciones, conectan al usuario con restaurantes y repartidores para facilitar la solicitud y entrega de comida a domicilio.
Asimismo, son un intermediario tecnológico para restaurantes registrados en sus plataformas, lo que les da la posibilidad de incrementar sus ventas conectándolos con repartidores que buscan una oportunidad para generar ganancias de forma independiente, y usuarios que quieren una opción para solicitar órdenes de comida en cualquier momento y evitar traslados a restaurantes.
Sin embargo, así como existen socios conductores de transporte en los apartados de movilidad con cuentas falsas e información no regularizada ante entidades gubernamentales, la situación para los apartados de comida también son bastante similares.
Una usuaria dio su testimonio anónimo a LA VOZ DE LA FRONTERA sobre estas labores que han ido ejerciendo algunos repartidores de comida durante años.
Daniela, quien ha pedido comida por aplicación durante varios años, comenta que le ha tocado al menos siete veces entregas por usuarios o vehículos totalmente diferentes a la marcada en la aplicación.
La más reciente fue a finales de junio, cuando al pedir comida, una mujer sería quien le entregaría sus alimentos en una bicicleta y terminó llegando un hombre de nacionalidad haitiana en un automóvil de procedencia extranjera no regularizado.
“La verdad no me importó al principio porque me entregan mi comida y hasta ahí, pero al ver lo que ha pasado recientemente en la ciudad me da miedo que suceda lo mismo con los servicios de taxi”, afirmó.
Finalmente, Daniela recomendó denunciar hechos similares textualmente en la misma aplicación o presionar el botón de pánico, que enlaza directamente con las autoridades.