Abren proceso por feminicidio

“Era algo que tenía que pasar”, afirma Sergio Enrique “N”, presunto asesino de Valeria Ahumada Jáuregui, su novia, quien murió desangrada

Érika Gallego

  · miércoles 25 de abril de 2018

Mientras se llevaba a cabo la audiencia, familiares de la joven Valeria exigieron un castigo ejemplar para el responsable de su crimen. / Foto: Sergio Caro

Cuando el testigo principal y presencial del crimen cometido contra Valeria Ahumada Jáuregui cuestionó a Sergio Enrique “N” sobre los motivos que lo llevaron a ejercer tal violencia contra su novia la madrugada del 15 de abril, él simplemente respondió que era algo que “tenía que pasar” pues ella “habló de más”. Ayer el imputado de 24 años quedó formalmente vinculado a proceso por feminicidio en contra de su pareja sentimental, una joven de 23 años que era madre de una niña y trabajadora de un centro comercial. Ante la juez Sara Perdomo Gallegos, el ministerio público presentó ocho elementos de investigación para acreditar la presunta participación de Sergio Enrique “N” en el crimen y entre ellos destacan las declaraciones de su propia madre, del chofer de Uber que supuestamente había trasladado a la joven a su casa el día de su desaparición y la del testigo principal, un amigo del imputado que presenció la muerte de Valeria.

En la audiencia celebrada la mañana de ayer en la sala 4 del Centro de Justicia Río Nuevo se difundió la declaración ampliada del amigo al que Sergio Enrique “N” recurrió la madrugada del 15 de abril para llevar a Valeria a su casa después de que ambos habían pasado la noche discutiendo en el domicilio de él en Villas del Colorado. El joven testigo dijo que desde las 23:00 horas del día anterior a su teléfono le estuvo llamando Sergio Enrique “N” para pedirle el favor de llevar a su novia a su casa en Villas de la República, pero fue hasta las 05:00 horas que él pudo acudir.

De acuerdo a su relato, cuando la pareja se subió a la parte trasera de su vehículo comenzaron a discutir a tal grado de llegar a los golpes, destacando que Sergio Enrique “N” le hablaba en un tono fuerte a Valeria preguntándole “¿Me vas a decir o no?” mientras la tomaba del brazo. En el trayecto a la casa de la jovencita, el imputado pidió a su amigo estacionarse en una farmacia donde después se supo que adquirió unos guantes blancos para cometer el crimen, evidenciando así que su actuar fue premeditado. Cambia de rumbo De acuerdo al testigo, cuando estuvieron cerca del fraccionamiento donde Valeria residía, Sergio Enrique le pidió cambiar de dirección y manejar hasta el fraccionamiento Misión del Valle, pero después lo guió hasta la avenida Sierra La Encantada y le pidió que se estacionara frente a una casa en obra negra, justo enfrente de un preescolar.

Una vez ahí, el testigo relata que decidió bajarse del carro y tras dejar a la pareja que seguía discutiendo arriba del carro, él caminó hasta una tienda donde compró unos cigarros. Al volver al vehículo observó cómo Sergio Enrique ahorcaba a Valeria y aunque trató de intervenir golpeándolo con una patada y después arrojándole piedras fue inútil; hasta que observó que la joven quedó inconsciente. Tras bajar a su novia del carro, el ahora imputado la llevó hasta el interior de la casa en construcción y ahí la lastimó con un vidrio en el cuello y aparentemente también con un pedazo de concreto que quedó manchado con sangre.

Mamá observó ataque La madre de Sergio Enrique “N” relató que a las 02:00 horas se despertó porque la pareja estaba discutiendo, situación por la que les llamó la atención y a las 05:00 de nuevo despertó y observó que la joven estaba tirada en el patio mientras su hijo le tapaba la boca. Ella misma observó que su hijo pidió el servicio de un Uber que llegó al domicilio, pero nadie lo abordó y posteriormente lo vio hablar con un amigo a quien le pidió pasar por él y por Valeria. Además de concederse la vinculación a proceso del imputado, se fijó seis meses para el cierre de la investigación.