Aunque muchos consideran a la Laguna Xochimilco como un lugar poco deseable para vivir por estar al lado del Centro de Transferencia de la basura que se recolecta en esta ciudad, para María de la Luz Méndez este es un espacio muy agradable para pasar el día.
Lucy, como prefiere que le llamen, es una mujer que se dedica a la pepena para vivir, lo cual le permite ayudarle a sus hijos. Aunque ellos ya están grandes, eso no le evita querer apoyarlos.
Ella nació en Guadalajara, Jalisco y cuando era adolescente “era muy vaga”, según le comentaba su mamá, por lo que decidió enviarla a Mexicali a vivir con su abuela, en la zona del Polvorín, por la colonia Carranza, en el Oriente de esta ciudad.
Desde hace 30 años se gana la vida reciclando los materiales que la gente desecha en su basura doméstica y desde hace seis años vive ahí al lado del Centro de Transferencia, entre la calzada Héctor Terán y la Laguna Xochimilco.
Después de hacer la separación de materiales, le gusta llegar rápidamente a una pequeña casita que comparte con un amigo, Fabián, en donde además de ellos, se resguarda fauna silvestre.
Ocasionalmente retira algunos restos de basura que flotan sobre la laguna, lo cual ha disminuido últimamente, afirmó, toda vez que antes la gente arrojaba basura al cuerpo de agua de manera arbitraria.
Era para que estuviera limpio, sí le echo ganas, pero la gente de allá no coopera y pues nos sigue echando las demás cosas.
Cuando el calor llega más allá de los 40º centígrados, Lucy ingresa a la laguna para refrescarse, dado que sí tiene acceso a agua potable.
Hace años por aquí era un puesto de salvavidas, algo así, para nadar.
Este espacio es muy noble para la pepenadora, ya que le ofrece todo lo que necesita, una bonita vista, un espacio para vivir y hasta recursos materiales para el uso diario.
La ropa, la verdad no lavamos, gracias al señor Jesús que el relleno nos da muchas cosas, aquí sale todo, sale dinero, salen celulares, sale de todo, Dios nos manda, por eso no estamos tan pobres, porque le agradecemos a él.