Hasta ayer 137 migrantes centroamericanos llegados a Baja California en la caravana habían solicitado formalmente refugio a México y la cifra podría aumentar.
Por acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, el Estado mexicano ha hecho reformas constitucionales en las que establece las figuras de asilo y refugio; el primero se otorga en caso de persecución por motivos de orden político y el segundo por causas de carácter humanitario. Ingrid García, representante de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), informó ayer sobre las solicitudes que se han hecho de manera individual, pero también por familias que han manifestado su deseo de permanecer en el territorio nacional. Para llegar a esta población la Comar ha visitado los albergues que están funcionando tanto en Mexicali como en Tijuana.
“Comar está aquí para darle celeridad al trámite de solicitud de refugio, se están generando las constancias pertinentes que garantizan la no deportación de estos extranjeros en tanto no reciban una respuesta positiva o negativa de su procedimiento”. Cuando un extranjero solicita refugio a México recibe una Clave Única de Registro de Población (CURP) para colocarlo en un empleo formal y genere recursos propios mientras se define su estatus migratorio.
“El refugio tiene el objetivo que puedan tener una condición de estancia definitiva que sería una residencia permanente, sin embargo atendiendo al contexto de las personas que vienen huyendo de peligros en su país, la Comar tiene que hacer un análisis para determinar si existe o no un temor fundado de persecución para poder dar tal condición”. García señaló que los hechos registrados el domingo pasado en Tijuana pudieron haber evidenciado en los migrantes centroamericanos que cruzar a Estados Unidos no es tan sencillo como lo pensaban y eso puede motivar a que se tripliquen las solicitudes de asilo a México. La Comar no tiene representación en Baja California y por ahora ha estado atendiendo en instalaciones del INM.