Aunque los datos son escasos, por el momento no parece que las personas con VIH y un sistema inmune fuerte corran un mayor riesgo de infección por coronavirus ni de que esta infección evolucione con mayor gravedad.
Las personas que toman tratamiento antirretroviral y tengan un recuento de CD4 superior a 500 células/mm3 pueden esperar que sus resultados sean similares a los de las personas seronegativas de características similares.
Si se descubriera un mayor riesgo para las personas con VIH, es probable que afecte principalmente a las que tienen sistemas inmunes más debilitados (recuentos de CD4 por debajo de 350 células/mm3 ), aun así, se seguirán las recomendaciones realizadas para la población general en el estado.
Aunque la información es aún muy limitada, hasta el momento no hay evidencia de una tasa de infección de Covid-19 más alta o un curso de enfermedad más grave en las personas con el VIH respecto a las personas VIH negativas.
En las personas que viven con VIH es esencial mantener actualizadas las vacunas, principalmente contra la influenza y el neumococo, sobre todo de cara al invierno, donde SARS-CoV2 y gripe podrían circular de manera conjunta. También es muy positivo el abandonar el hábito de fumar para prevenir otros problemas asociados.
La evidencia actual indica que el riesgo de enfermedad Covid-19 grave aumenta con la edad, el sexo masculino y con problemas médicos crónicos, como las enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas y la diabetes.
En lo que respecta a medidas preventivas se deben seguir las pautas existentes para población general con el objetivo de reducir el riesgo de contagio. Además, es importante para estos pacientes estar especialmente atentos a la aparición de posibles síntomas de Covid-19.
Mantener una buena higiene de manos y vías respiratorias es el principal consejo que dan los médicos para limitar la transmisión de muchas infecciones virales (incluyendo el coronavirus)
Se aconseja lavarse bien las manos durante al menos 20 segundos con agua y jabón (especialmente antes de tocarse la cara o preparar y comer alimentos).
Otra recomendación es cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar usando pañuelos de papel desechables o hacién- dolo dentro del codo flexionado.
Es aconsejable en la medida de lo posi- ble evitar el contacto estrecho con perso- nas enfermas de coronavirus.
Evitar aglomeraciones. Quedarse en casa si no se encuentra bien y llamar a los números considerados de apoyo, si tenemos los síntomas de coronavirus (fiebre, tos seca, sensación de falta de aire al respirar), evitando ir al centro de salud u hospital si no nos lo indica un médico, ya sea en consulta privada o vía telefónica.
Aunque hay estudios en curso, por el momento no hay evidencia clara de que ningún fármaco antirretroviral de los que se usan para tratamiento o prevención del VIH proteja contra la infección por SARS- CoV. Un ensayo clínico realizado en China con el antirretroviral Lopinavir/ritonavir no mostró beneficio al ser administrado a pacientes con neumonía grave por SARS-CoV. Por lo tanto, hasta contar con más información, no hay evidencia disponible para justificar el cambio de tratamiento antirretroviral habitual para el tratamiento o para prevención de la infección por SARS-CoV2.
Por último, una de las medidas que sí se están tomando de forma universal para disminuir el riesgo del contagio de los pacientes con VIH es la sustitución de las visitas presenciales por las telefónicas. Esto se ha llevado a cabo, sobre todo, para los pacientes que reciben antirretrovirales de forma crónica, que estarían más expuestos al virus al acudir regularmente al hospital. Por supuesto, en caso de que sea ne- cesario, se realiza una valoración presencial. La evolución de la pandemia de la COVID marcará de forma progresiva cuál será la modalidad de consulta en el futuro para las personas con VIH, de forma que se les pueda dar la mejor atención posible con el mínimo riesgo.
* Doctor. Enrique Gómez Bastidas Facultad Medicina Mexicali, director. Programa Amigo UABC enriqueagomez@yahoo.com
