En Baja California, el motor que debe guiar el desarrollo económico después de la pandemia deberá ser un motor verde, que proteja a la naturaleza, pero también azul, para que garantice el contar con océanos sostenibles, por ello debe revalorarse el papel de los océanos.
Destacó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, titular de la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable del Estado. Recordó que los océanos son los pulmones del planeta, generan la mayor parte del oxígeno y regulan el clima.
“El coronavirus está mostrando que debemos cambiar el modelo económico reconociendo que la salud humana depende de la salud de la naturaleza, por eso el camino para la recuperación económica en Baja California es verde, pero también es azul", comentó.
Recordó que el pasado 8 de junio se celebró el Día Mundial de los Océanos, con el tema “Innovación para un Océano Sostenible”, cumpliendo este 2020 los dos años preparatorios para el siguiente "Decenio de las Naciones Unidas de Ciencias del Océano para el Desarrollo Sostenible", que será del 2021 al 2030.
Dijo que, para Baja California, un estado rodeado por el Golfo de California y el Océano Pacífico, ello significa la necesidad de migrar con mayor impulso de la minería pesquera, que es solo extractiva, hacia la acuacultura o a ranchos de engorda semi silvestre, al cultivo en “libertad”.
"La salud de los océanos es vital para el planeta; es obvio, 70% de la superficie del planeta es agua, pero hay muchas cosas que pasamos por alto: de allí proviene la tercera parte de la proteína de la alimentación humana y es también fuente de medicinas; del océano llegó la vida y allí puede terminar", dijo.
La salud de todos, añadió, depende de un océano limpio y productivo, de manera que debemos cuidarlos.
"Es poco conocido, pero de las profundidades del mar vienen microorganismos, bacterias principalmente, que se están empleando para acelerar la detección del Covid-19; también han venido tratamientos para enfermedades como cáncer, enfermedades inflamatorias y del sistema nervioso". Éste puede ser, añadió, un buen momento para que la población se mueva hacia la gestión sostenible de los océanos; debemos reconsiderarlos como la fuente más importante de alimentos y medicinas, para el funcionamiento esencial de la biósfera. Cabe agregar que, según información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de tres mil millones de personas dependen de los océanos como fuente principal de proteínas, además de que absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global.