Los animales silvestres y su há bitat natural deben ser protegidos y conservados para evitar emergencias como la que el mundo está pasando actualmente con el Covid-19.
Fuentes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas coincidieron en que la crisis sanitaria que vive la humanidad surgió de la destrucción de los ecosistemas y de la inadecuada manera de relacionarnos con el medio ambiente.
En comunicado de prensa, la Semarnat enfatizó que frente a las especulaciones sobre el origen del virus, no existe evidencia científica para probar que éste haya pasado directamente de los murciélagos a los humanos.
La misma Organización Mundial de Sanidad Animal (OEI, ha dicho que la información disponible hasta el momento sugiere que el SARS-CoV-2 es pariente de otro Compuesto Orgánico Volátil (COV) que circula en poblaciones de murciélagos, pero no hay datos que expliquen cómo fue transmitido a los humanos.
“Podría haber implicado un huésped intermedio”, sostiene la OEI en su portal digital al advertir que hacen falta estudios para conocer la forma en que el virus se introdujo en la población humana.
¿ENFERMEDADES EMERGENTES?
La Semarnat también destacó que en los últimos 50 años las “enfermedades emergentes” han captado la atención de investigadores y la comunidad médica, pero no todas son afecciones nuevas porque también hay un aumento en la virulencia de padecimientos conocidos desde hace mucho tiempo.
Esas enfermedades se deben además a que existe un mayor contacto con los animales generado por el crecimiento no planificado de los asentamientos humanos que han terminado por destruir el hábitat natural de diversas especies.
La responsabilidad de las enfermedades a la vida silvestre, como en este caso a los murciélagos, “ha llevado a matar o dispersar especies animales que los humanos históricamente han visto con miedo”, remarcó la dependencia.
