Cuando comenzó la pandemia del Covid-19, de un momento a otro los ojos del mundo se fijaron sobre la fabricación y disposición de ventiladores mecánicos, el insumo más demandado en los últimos meses.
El resguardo domiciliario recomendado para evitar el contagio planteó otra novedad en el campo de la salud que fue la asistencia médica a distancia.
Para Gabriela Prada, estratega en Políticas de Sistemas de Salud y directora de relaciones gubernamentales de la empresa Medtronic, estos dos aspectos son una muestra inequívoca de que mantener el uso de dispositivos médicos con innovación es el nuevo gran reto que tienen la industria de salud durante y después de la pandemia.
“Hemos visto especialistas médicos, antes resistentes, experimentar por primera vez los beneficios de la telemedicina y se han sorprendido con la adaptabilidad y satisfacción de los pacientes”.
Según evaluaciones hechas entre las industrias dedicadas a la manufactura médica, la pandemia incentivó el uso de las tecnologías y dispositivos médicos como nunca antes.
“El rol de la tecnología médica ha sido vital para apoyar en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con Covid-19 pero también para el seguimiento de pacientes crónicos en modalidad virtual”.
OPORTUNIDAD PARA PRODUCCIÓN LOCAL
A raíz de la pandemia del Covid-19, la Asociación Latinoamericana de Dispositivos Médicos (ALDIMED) reportó un crecimiento del 285% en la producción de equipos respiratorios.
A través de Prada, la firma Medtronic, indicó que la fabricación de tan solo uno de los modelos de respiración más complejos de elaborar requiere 1 mil 500 piezas provenientes de 14 países, de ahí que destaque la necesidad de eficientar las cadenas de producción que de ser globales pueden volverse locales para responder a la alta demanda.
“Ante este reto se han tenido que tomar decisiones extraordinarias como transferir líneas de producción de otros dispositivos a la fabricación de ventiladores además de abrir especificaciones técnicas para que cualquier entidad con capacidad de producción pudiera hacerlo”.
La estratega en Políticas de Sistemas de Salud considera un gran y nuevo reto mantener el uso de estas herramientas para la asistencia de pacientes que requieren estar monitoreados permanentemente y en consecuencia también sostener la producción para responder a la alta demanda.