La vaquita marina es una especie endémica de esta región, solo existe en el Alto Golfo de California y según los expertos quedan pocos ejemplares, pero se desconoce cuántos, al grado que aseguran que será la próxima especie declarada extinta.
La captura del cetáceo en las redes agalleras dentro de la pesca ilegal de totoaba (otra especie en peligro de extinción), hace aún más complicado cuidar a la vaquita, a pesar del esfuerzo que han hecho las organizaciones ambientalistas y los pescadores, principalmente.
Para la ecóloga Martha Román, se ha visto una tendencia a la baja en la población de la vaquita en los últimos años, pero desde el 2018 se ha dicho que ya se va a acabar y todavía hay avistamientos de ejemplares en la región.
“No se puede declarar extinta una especie, es muy complicado hacerlo; tendría que pasar cierto tiempo, tal vez unos 5 años, para considerar esa posibilidad”.
Agregó que sigue existiendo una alta mortandad de la especie en redes de pesca, principalmente de totoaba, por lo que el riesgo de extinción será mayor.
Dijo que si en verdad se quisiera hacer algo para evitar la extinción de la vaquita marina, se debe detener la pesca furtiva de la totoaba, ya que las redes para capturarla son un peligro para el cetáceo.
Las consecuencias
La ecóloga consideró que las derivaciones de una posible extinción de la especie tendría un desequilibrio en la cadena trófica, su nido ecológico es tan pequeño que podría ser ocupado su sitio por alguna otra especie, como un lobo marino o un delfín, tal vez un pez grande.
“El mayor problema ecológico que tendríamos, sería que perderíamos una especie única en el mundo y que está en esta zona”.
En cuanto a efectos económicos, éstos serían muy graves, sobre todo para los pescadores, debido a que las probabilidades que se retire el embargo que actualmente tienen sean menores.