Tijuana.- Aún cuando hay más conocimiento sobre el comportamiento del virus SARS-CoV-2 en su ciclo vital, la enfermedad que origina, conocida como COVID-19, sigue siendo incierta, explicó la doctora Viridiana de la Herrán Ríos, neumóloga y catedrática de la Facultad de Medicina y Psicología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Campus Tijuana.
De acuerdo con la experta, debido a la naturaleza de los virus, estos suelen mutar al ir cambiando de hospedero −en este caso, el ser humano−, y eso hace que la enfermedad también se comporte de forma distinta. Además, se ha demostrado desde el inicio de esta pandemia que dependiendo del sistema inmunológico de cada persona es como responde al contagio por este coronavirus.
“Vivir una incertidumbre de 10 o 15 días ya es una pesadilla. Además de los síntomas físicos, crea un caos psicológico al no saber si vas a sobrevivir”.
Destacó que no siempre el sistema inmunológico de la gente joven responde de manera positiva. En la atención que brinda a pacientes con COVID-19 a través de una aseguradora, ha visto a gente delgada, que hace ejercicio y come sano, enfermarse con un nivel de moderado a grave. “Aunque sus medidas saludables de vida hacen que afortunadamente no mueran, es probable que hayan contagiado al menos a tres o cuatro personas y quizás alguna de ellas sí fue susceptible y falleció”, detalló la doctora.
Los grupos que siguen siendo susceptibles para complicarse son los pacientes obesos independientemente de la edad, ya que han tenido pacientes de 27 y 29 intubados; diabéticos descontrolados y personas mayores de 65 años.
“La diabetes y obesidad debilitan al sistema inmunológico; si sabemos que tenemos una de ellas o las dos enfermedades, es momento de tomar acción sobre lo que nos corresponde: acudir con nuestro médico para que nos realice una exploración física, realizar exámenes de laboratorios completos y tomar medidas responsables sobre nuestra salud”.
En la temporada de invierno las enfermedades respiratorias toman fuerza por diversos factores: el clima provoca ciertos cambios en el sistema respiratorio, tornándolo más vulnerable; existen aglomeraciones en lugares cerrados que no se ventilan; en Baja California, los vientos de Santa Ana propagan virus, hongos y bacterias, entre otros factores.
“Si ahora tenemos el coronavirus, lo que menos queremos es que se combine con otras enfermedades respiratorias como neumonías, influenza, tuberculosis y hongos”, externó la doctora De la Herrán Ríos.
La UABC exhorta a la comunidad universitaria y sociedad en general a seguir las medidas de prevención ante la enfermedad de COVID-19, entre ellas, usar mascarilla, mantener la sana distancia, no asistir a reuniones ni lugares aglomerados y realizar solo salidas esenciales.