Financiamiento estratégico para emprendedores

Visión CETYS

CPI. Enrique H. Luna Gutiérrez, MBA, MI.

  · domingo 29 de marzo de 2020

Cuando se tiene la intención de emprender, uno de los principales obstáculos suele ser la obtención del capital necesario para iniciar nuestra idea de negocio. Desgraciadamente la primera opción del emprendedor es la de pedir un préstamo bancario; esto no necesariamente es lo ideal.

De acuerdo con un estudio de The Failure Institute, en México aproximadamente 65% de los emprendimientos fracasan por falta de ingresos suficientes para subsistir y 38% de ellos tiene problemas de financiamiento.

Para tomar la decisión de qué financiamiento nos conviene como emprendedores, necesitamos conocer los más importantes. Empecemos precisamente por el financiamiento bancario. Éste puede darse por medio de un préstamo solicitado al banco de nuestra preferencia a cambio de devolverlo en un plazo determinado con un interés.

También existe el financiamiento bancario por medio de un crédito que, a diferencia del préstamo, no hace entrega de una cantidad de dinero en su totalidad, sino que consiste en una cantidad de dinero a disposición del usuario para que pueda utilizarla según sea necesario. En este esquema se pagan intereses por el dinero efectivamente utilizado. Se trata de una forma de financiamiento rápida que, sin embargo, puede llegar a ser muy costosa por las tasas de interés que maneja cada banco, además de que un financiamiento para iniciar un negocio no es garantía de que el proyecto genere los flujos suficientes para realizar los pagos a nuestro acreedor bancario.

Este tipo de financiamiento es una excelente opción para negocios que ya se encuentran en marcha, y que cuentan con los flujos de efectivo suficientes para cumplir con las obligaciones de pago.

Como segunda opción de financiamiento tenemos los programas de gobierno, que pueden ser a fondo perdido (programas de Sagarpa, Sedesol o el recién desaparecido Inadem), o microcréditos, que se otorgan con el objetivo de apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyME).

En México existen distintos programas que ayudan al emprendedor a obtener recursos. Por ejemplo, el programa de Microcréditos para el bienestar, mejor conocido como Programa de Tandas para el Bienestar. Estos programas son perfectos para emprendedores que desean iniciar micro y pequeños negocios, ya que manejan bajas tasas de interés.

El principal problema de los microcréditos es que son montos de crédito demasiado reducidos, por lo que si tienes un proyecto de inversión entre mediano y grande, esta opción no es para ti.

Como tercera opción tenemos un financiamiento realizado por la aportación de un socio estratégico, consiguiendo de esta manera un incremento en el capital de la empresa. Es importante identificar cuándo es conveniente integrar a un nuevo socio, ya que su aportación al capital social significa que tendrá voz y voto en la toma de decisiones de la empresa, así como derecho a recibir utilidades en función de su tenencia accionaria.

Por tales motivos esta opción es viable, siempre y cuando la integración del socio no sea simplemente con fines de financiamiento, sino también de Know How.