San Luis Río Colorado.- El Río Colorado, cuyo brote se encuentra en la zona montañosa del estado de Colorado, Estados Unidos, y el cual fluye a través de Utah, Nevada, Arizona, Baja California y Sonora, actualmente recibe de las presas Hoover y Glen Canyon un excedente de agua derivado de las desfasadas lluvias invernales, lo que ha traído al corredor ripario una serie de efectos positivos.
Así lo dio a conocer Martha Román Rodríguez, coordinadora de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (Cedes), quien además explicó que se le llama excedente a los metros cúbicos de agua que las presas antes mencionadas no pueden contener, por lo que se libera una cantidad del líquido para que fluya por su cauce hasta este país.
No obstante, la cantidad de agua vista a raíz de las precipitaciones anunciadas por la Comisión Nacional de Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional por el frente frío número 44 no se había registrado desde hace poco más de una década, lo que podría traer grandes beneficios para el corredor vegetal desde el cauce hasta el delta del río.
“Esos excedentes operacionales, generados por las recientes lluvias de la región, se empezaron a manejar para distribuirlos en Estados Unidos una vez que las presas llegan a sus capacidades totales, no quedando otra opción más que soltar el agua. Eso es lo que está sucediendo, es la última opción, a menos que tenga que ver con las minutas establecidas por la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos (CILA)”, mencionó la entrevistada, siendo este último organismo quien anunciara para este 2020 una reducción de 51 millones de metros cúbicos de agua para el Río Colorado, de los 1 mil 850 millones 234 mil que recibe por asignación en el Tratado de Aguas de 1944.
MÁS AGUA, IGUAL A MÁS VIDA
Según precisó Román, una de las valoraciones estudiadas por diversas organizaciones no gubernamentales de la región fue que el exceso de agua en el Río Colorado influye en la germinación de cierta vegetación riparia, trayendo consigo lo que se denomina como sucesión ecológica.
“Esto es algo muy bueno: se restaura la vegetación del corredor y eso crea nuevo hábitat para las aves y otras especies que empiezan a colonizar, regresando así ciertas condiciones que permiten que nuevamente los ecosistemas respondan por la resiliencia que tienen”, destacando también la relevancia de que esto se dé en una temporada previa a la primavera, que es un periodo natural para la reproducción de las especies.
Ahora, esto coincide con la lluvia. No es solo que nos liberen agua, sino que son ciclos que tiene el planeta en el sentido de que hay deshielos en el Colorado, por ejemplo. Estamos desfasados, pues siguen siendo lluvias invernales, pero todo esto permite que el ecosistema reviva.
SERVICIOS AMBIENTALES
A su vez, detalló que contar con agua en el cauce del Río Colorado permite el desarrollo de los llamados servicios ambientales, lo que deriva en una calidad de vida para quienes habitan alrededor o dentro de dicho ecosistema.
El beneficio se amplía, pues no solo son plantas o animales quienes lo aprovechan, sino la gente, como servicio ambiental de recreación que surge solo por el hecho de tener agua. Esto es un bien en cuanto a esparcimiento, además de que nacen actividades económicas periféricas, que se ve en la comunidad que realiza actividades económicas alrededor de estos sucesos
PODRÍA MEJORAR BIÓSFERA MARINA DEL GOLFO
A su vez, la también secretaria del Grupo Técnico de Curvina enunció que, si este excedente de agua en el río lograra alcanzar los estuarios del delta del Alto Golfo de California, al norte del Golfo de Santa Clara, podría traer ciertas mejoras en proceso bioecológicos para las cadenas tróficas que se pueden establecer en el mar.
Esto se daría en el sentido en que esta agua acarrea nutrientes de los sedimentos del cauce, que pudieran aprovechar especies como la totoaba, curvina golfina, camarón, entre otras, siendo estas últimas dos aprovechadas económicamente”, dijo, para luego agregar que, de continuar el Río Colorado con estas cantidades de agua, en posteriores ciclos de pesca pudiera generarse un mayor reclutamiento en el sector pesquero del Golfo, pues el agua dulce “incrementa la tasa de crecimiento de las especies mencionadas.