El embarazo suele ser una de las experiencias más dichosas para una mujer o pareja especialmente cuando se recibe en un momento deseado, sin embargo la gestación de un nuevo ser puede implicar problemáticas que hacen necesario mantener una adecuada vigilancia médica.
Entre 2017 y 2019 en Mexicali trece mujeres perdieron la vida al dar a luz tras padecer complicaciones que, en muchos casos, pudieron haberse evitado de haber llevado un adecuado control prenatal.
Para Martín Amaya Márquez, especialista en ginecología y obstetricia, el embarazo debe disfrutarse y no padecerse como si fuera una enfermedad.
Con más de 25 años de experiencia en esta área de la salud, el médico enlista las que considera son las claves para llevar un embarazo exitoso, asegurando que “lo que bien empieza, bien acaba”.
El parto es consecuencia de lo bien o mal que se llevaron los nueve meses, el embarazo no es una enfermedad, pero sí hay enfermedades que pueden afectar el embarazo.
Para el médico es entonces fundamental que la concepción se dé en un momento deseado por los padres, haciendo énfasis no solo en la estabilidad económica, sino emocional y mental.
Otro punto que considera importante es la vigilancia médica permanente y de ser posible consultarse al menos una vez antes de lograr el embarazo.
Ultrasonidos y consultas ayudan
Amaya Márquez considera que en el proceso de gestación es necesario realizar mínimo tres ultrasonidos, al menos uno por cada etapa del proceso.
El ultrasonido nos habla 100% del bebé, de la mamá nos hablará su historial clínico en base a un interrogatorio sobre si padece alguna enfermedad, qué cirugías, vicios o actitudes tiene.
Para el especialista es además importante identificar los que pueden ser datos de alarma, haciendo énfasis en el último trimestre.
Hasta el séptimo mes de embarazo los médicos sugieren una consulta cada 30 días, para el octavo la visita con el especialista de la salud debe hacerse cada 15 días y por semana al llevar al noveno y último.
Durante la etapa final, Amaya Márquez indica que es primordial vigilar los movimientos del bebé que suelen darse entre tres y cinco veces por hora y siempre debe evitarse el sangrado.
En ninguno de los nueve meses es normal que la mujer sangre, un sangrado es silencioso es decir no da síntomas y es para poner atención.
En la última recta antes de recibir al nuevo bebé es también importante evitar el rompimiento de la fuente, situación que puede darse en dos formas, primero con la expulsión abundante del líquido o bien de forma discreta con la pérdida casi inadvertida de éste.
El ginecólogo y obstetra destacó además la importancia de contar con el acompañamiento de un médico profesional y humano, dispuesto a escuchar y resolver las quejas de la paciente.